Voces que susurran al oído
Pasatiempo Teatro decidió arriesgar y
apostó por una interesante temática paranormal. Con el texto y la dirección de
Vanessa Moreno, llegó a la virtualidad Caso
Luciana, una peculiar microobra que nos mantuvo en suspenso durante los 30
minutos aproximadamente de duración, a través de la ya conocida y muy usada
plataforma Zoom.
Los actores encargados de dar vida a esta
espeluznante historia fueron Kukuli Morante, Katia Salazar, Jano Baca,
Alejandra Saba y José Dammert. Caso
Luciana relata la historia de un grupo de especialistas, dentro de los
cuales pudimos distinguir claramente a una psicóloga (Salazar), además de dos
hermanos (Dammert y Saba) y un tercer personaje (Baca), aparentemente también
expertos en el tema y acostumbrados a realizar transmisiones en vivo de hechos
paranormales, pero esta vez tendrían que analizar un caso en particular, el de
Luciana (Morante), a fin de determinar que está sucediendo con ella realmente.
Si bien las interpretaciones estuvieron
bien representadas por cada uno de los actores, cabe resaltar dos en
particular, las de Salazar y Morante, pues desde el inicio de la obra nos
envolvieron con sus actuaciones, cada una metida de lleno en su personaje. La
primera representando con total naturalidad a una psicóloga, preocupada por
querer ayudar a su paciente y la segunda, durante toda la transmisión, nos
mostró el trabajo que tuvo que hacer para crear y encarnar de manera impecable
al personaje que representaba, con acciones claras, cambios de emociones
correctos, pasando de la calma a la desesperación con total sinceridad, sumado
a ello el buen trabajo de cuerpo que se reflejó en alguna parte de la obra,
simulando que estaba siendo atacada por algún ente.
Además, fue interesante y positivo ver desde
antes de iniciar la historia cómo iban introduciendo al público al tema de lo
paranormal, mostrando algunos videos donde supuestamente se percibía presencia
de algún fenómeno extraño de movimiento de objetos, acompañado de un fondo
musical que iba acorde con el tema.
Los vestuarios, la decoración de los espacios,
la utilería y las luces que usaron para el desarrollo de esta microobra estuvieron
bien seleccionados, también contribuyeron considerablemente a la puesta en
escena. Asimismo, se intentó jugar con las vistas que usualmente encontramos en
Zoom (vista galería y vista del hablante) si bien le puede dar dinamismo a la
obra, también puede jugar en contra, pues al tratarse de un tema no
convencional, se perdieron detalles en cuanto a las reacciones de la persona
que no veíamos en pantalla.
Definitivamente, una historia que nos hizo
saltar de miedo en algunos momentos, actuaciones claras y una buena dirección,
la misma que se notó a lo largo de la transmisión; también resaltamos la
creatividad que tuvieron para lograr algunos efectos dentro del en vivo. Sin
embargo, se percibió vacíos, al aparecer en varios momentos pantallas negras
innecesarias, pero podemos entender que fueron problemas técnicos, que debido
al medio al que nos vemos envueltos, nunca faltan.
Milagros Guevara
1º de junio de 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario