viernes, 21 de septiembre de 2018

Crítica: SOLO REPETICIÓN


¡Que no nos cueste cambiar!

Un ruido estridente es la indicación para que los personajes (Actriz 1 y Actriz 2) se encuentren en escena. Entonces, una serie de acciones y diálogos empiezan a desarrollarse, precedidas de una elocuente coreografía, ejecutada de manera distinta por cada una, surgiendo la poesía de forma natural y sin complicaciones. Solo Repetición, escrita por la investigadora y dramaturga argentina Araceli Arreche, es la propuesta que el director Javier Quiroz lleva a cabo en la Asociación de Artistas Aficionados.

El texto alude a la memoria de las poetas suicidas María Emilia Cornejo, Alejandra Pizarnik, Alfonsina Storni y Florbela Spanca; convirtiendo a la poesía en una piedra angular, reflejada a través de simbolismos cuidadosamente trabajados en la puesta por el director y ejecutados con destreza, precisión y aplomo por las actrices Jhuliana Acuña y Maylee Díaz. 

De otro lado, complicado trabajo hacer que el espectador conecte con una narrativa de esta naturaleza; sin embargo, apostar por un escenario sin mayores pretensiones que un acompañamiento musical añejo y pícaro, una iluminación llamativa y especialmente, una valiosa calidad interpretativa, sin duda, aportaron mucho más, logrando capturar la atención y curiosidad de los asistentes. Solo Repetición supone una construcción que va envolviéndose poco a poco, en un juego de acciones repetidas que agobian a los personajes y al romperse este frenesí, salen a relucir ciertos paralelismos, que han marcado el rol de la mujer en la sociedad a través de los tiempos. Llegando a encasillarla, atraparla y sumergirla en lo que “debería” hacer, no hacer, sentir o no sentir.  

Este montaje es un grito valiente de reflexión, que vestido de poesía nos invita a vernos interiormente, a hombres y mujeres, reconociéndonos como seres humanos, con una gran necesidad de reencontrarnos sin prejuicios ni arquetipos. Tal vez, con esta nueva mirada cueste menos lograr ese cambio que nos urge, a ti, a mí, a todos. 

Maria Cristina Mory Cárdenas
21 de setiembre de 2018

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