martes, 10 de abril de 2018

Colaboración especial: LA RUDA TEATRO


“Silenciadas las mareas silenciadas”
Argentina - Bolivia

RESEÑA

El sábado 31 de marzo a las 7.30 pm, se presentó la obra “Silenciadas las mareas silenciadas” del grupo argentino “La ruda teatro”, dentro del marco de la programación de la Casa de la Literatura. Han tenido una segunda función en el ICPNA de Miraflores el viernes 6 a las 7 de la noche, y días anteriores pusieron en práctica su laboratorio itinerante, un concepto peculiar de este grupo.

LA OBRA

“Silenciadas las mareas silenciadas” es una obra muy bien acabada, de temáticas importantes, del rol de la mujer desde el recuerdo de dos hombres aislados en medio de la marea. La que del mismo modo hace alusión al vicio del alcohol con el que estos lidian, para crear un mundo que no les permita ver su real estado de soledad y de mareo continuo. Aquel tabú entre el alcohol solo es el pretexto del autor y del grupo para resaltar el mareo o el extravío de estos personajes.

La puesta en escena es limpia, clara. Nos presenta un ambiente cargado de misterio. Los colores sepia de la obra aportan para entender el recuerdo al que se aferran los personajes. Por momentos aparecen los colores azul en el vestido de esta mujer, creando una doble escritura: “la mujer” como aquel ente de deseo que los mantiene recurrentemente buscándola y el mar mencionado.

Son importantes estas dos posturas que se pueden leer en la obra, el estado de mareo y estancamiento en el que muchos hombres pasan sus días aferrándose a aquello que les haga sentirse vivos, el amor, el alcohol entre otras realidades presentes, pero que no forman parte de esta propuesta.

La poética y el humor negro están presentes en esta propuesta. El trabajo de los actores es muy bueno, de momento en momento se rompe esa soledad para hablarle a esas mareas o masas de olas que es su público.

Me ha resultado grato poder ser testigo no solo de una obra poética, cruda y verdadera; sino que más allá de los prejuicios de los teatreros, esta confía en la sensibilidad de un público que no necesariamente está acostumbrado a ver teatro, el cual responde con mucha gratitud ante estas propuestas.

ENTREVISTA

Pude conocer un poco más sobre el grupo a través del autor, actor y miembro del grupo Guido Wertheimer, quien nos cuenta sobre la historia de fundación del grupo, el cual tienen cuatro integrantes: dos argentinos, una argentina y un boliviano.

Este se funda a fines del 2016, en un pueblo que se llama Yotala a las afueras de Sucre en  Bolivia. La mayor influencia del grupo se desprende del “Teatro de los Andes” y justamente, fue en una residencia donde surge el primer encuentro. Particularmente de las diferentes formaciones de cada uno.

El primer encuentro, y los primeros meses, fue el proceso de preparación y gestación del proyecto grupal; y un segundo periodo, que dura como cuatro meses, fue el momento de incubación de esta obra, “Silenciadas las mareas silenciadas”, siendo esta la primera del grupo.

La obra ha pasado ahora por su tercera gira, desde su estreno en julio del 2017 en Sucre, en el Teatro “Tres de febrero”. Luego, un paso por Bolivia en Jujuy, al norte de Argentina; luego, por Córdoba y Buenos Aires; y ahora, una última gira internacional por Perú.

En “Silenciadas las Mareas silenciadas” participan Tomas Masariche, Eva Palottini y Guido Wertheimer.

El grupo de creación colectiva tiene como ideal la autoformación. La itinerancia es uno de los ejes del grupo, ya que les da una sensibilidad de constante pregunta al enfrentarse en diferentes ejes y puntos de partida para alimentarse de diversos cuestionamientos y técnicas.

Luego de la gira, se viene un proceso interno de cada uno de los miembros. “Esto es muy importante”, señala Guido, “ya que los momentos de gestación de las obras son laboratorios apartados del particular mundo de cada integrante, para volver encontrarse en la creación”. Ese dejar de comunicarnos por vía de medios tecnológicos para crear es una propuesta interesante en este grupo. “Internarte en un pueblo sin comunicación para desde ese punto crear” es lo que les permite conectarse con ellos mismos y con el otro, sin mediación tecnológica. Lo que me resulta una verdadera  revuelta ante esta sociedad que satura la información y  ante esta dispersión. “Hoy en día la gente tiene la necesidad de mostrar su mirada y de una falsa individuación”.

La obra, en la gira, ha ido transformándose y  señala que no está hecha para un público en especial. Está hecha y el artista tiene la necesidad que sea vista. No importa quién, no existe ese público ideal. Lo ideal de una obra es ser observada (parafraseando sus palabras).

La idea dramatúrgica y dirección viene desde el grupo, el guion como material ha sido escrito por Guido W. La escritura se da a base a improvisaciones, es bastante colectiva, ya que se intenta que la palabra sea algo más dentro de la escritura espacial y no la escritura en general. El grupo viene buscando una escritura dual entre el espacio y el papel.  Un proceso de reescrituras múltiples.

El título de la obra, “Silenciadas las mareas silenciadas”, nos cuenta Guido, remite a una frase nefasta de un político boliviano que dijo “Silencio, pueblo silencio”. Ahí viene la metáfora del mar, por lo que la obra está inspirada en una novela que se llama “Océano mar” de Alessandro Baricco.

Sin embargo, él se cuestiona frente a observar algo en la sociedad actual que no sabemos si refiere tanto al silencio. Dice: “Me parece que hoy no se pide tanto silencio. Sino la opresión que ejercen los gobiernos es en base al ruido. Cuesta pensar y  encontrarse con la persona del lado”.

Y nos comenta más sobre la obra: “Tiene dos ejes, existe hoy una negación a las oleadas de movimientos que reclaman, entre estas marchas. Los que se hacen oídos sordos a estos movimientos, por ejemplo, el feminismo que hoy está teniendo un rol importante en la evolución”.

“Pero frente a este, también está el rol de los hombres que son parte del mismo sistema. Los hombres están siendo amordazados por algo más grande que un ente, lo que los encierra es un sistema más grande en el que se encuentran inscritos. Lo que en verdad no se quiere, es esta humanidad así como esta. La humanidad está en un momento bastante inconsolable, lamentablemente, aun cuando encontremos momentos efímeros de felicidad, amor y conexión con el universo. Ahora lo estamos viviendo a nivel latinoamericano. Estamos viviendo éxodos interminables (México y Estados Unidos, los venezolanos, en Argentina con los bolivianos y peruanos, etc.). En ese éxodo están estos personajes de la obra que no tienen dirección y se mantienen desde ilusiones para seguir con vida.”

“Revisando el rol del artista dentro de la obra, desde el personaje de Ismael. Es cierto que existe algo del egocentrismo del artista en esta sociedad, que tiene la necesidad de hacer un paréntesis para resaltar su “YO” y es importante eso para el artista; pero solo como una estrategia colectiva. La salida es colectiva y de ello está seguro el grupo. Sin embargo, en esta identidad múltiple, de hoy,  se necesita un artista empoderado de la palabra que diga algo.”

“La postura y creación se da desde la base, no se trata de tomar algún proyecto y soltarlo y tomar algo diferente al final no se llega a nada. Aquella necesidad de trascender lo efímero de este tiempo, hace que el artista se empodere de la palabra y los silencios.”

“En cuanto a la obra, el personaje de Ismael tiene un imaginario algo romántico y machista muy violento en su esencia y gran parte del mundo artístico es machista todavía; esa es una de las críticas de ese personaje, que con su imaginación y su delirio se dan ciertos permisos a la mujer que nosotros rechazamos y criticamos.”

¿Qué viene para el grupo luego de esta exitosa gira? Lo que se viene es una residencia en julio en Samaipata, una localidad en Bolivia donde se desarrollará la segunda residencia creativa.  A lo largo de unos cuatro meses, hasta diciembre, que  concluirá con una nueva obra para este joven grupo con mucha conciencia para crear y leer su realidad.

Para este nuevo proyecto se están investigando el lenguaje de cómo quitar la palabra como un fragmento más del lenguaje y existen más puntos del mismo, desde uno que rompa la occidentalización y descentralice las artes escénicas, y se construye mucho en movimiento.

En cuanto al laboratorio itinerante, es una modalidad que el grupo propone para compartir y retroalimentarse entre corrientes, grupos, y modalidades de hacer arte. Sin colocarse en la posición de maestros, sino como un intercambio artístico mutuo. Un grupo muy interesante en proyección a crecer.

Estemos atentos al regreso del grupo “La ruda teatro” por Perú, que de seguro tendrá muchas cosas más para ofrecernos.

Kiara Jossilú Castro Béjar
10 de abril de 2018

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