Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia
En estos últimos meses, las noticias en nuestro país no han
sido nada agradables (¿alguna vez lo fueron?), pero como dice el dicho: “La
función debe continuar”. A pesar de esos sinsabores, siempre podemos escapar momentáneamente
de la realidad gracias al Teatro y nada mejor, para despejar la mente y
divertirse, que asistir a la función de Ubú Rey, obra escrita por Alfred Jarry,
que es presentada en versión libre de Soma Teatro. Bajo la dirección de Rodrigo
Chávez y Daniel Amaru Silva, se presenta en el Auditorio de la Alianza Francesa
de Miraflores, los jueves y viernes hasta el
27 de abril, con la participación de cuatro grandes y talentosos actores
que lo dejaron todo en escena.
Ubú Rey es una tragicomedia demasiada intensa, en donde se narra
una historia de ambición por el poder; lo llamativo de esta puesta en escena es
el contenido que se utiliza: pasajes de hechos históricos de nuestros antiguos
ex presidentes, que buscan ridiculizarlos, propuesta que es bien recibida por
todos los espectadores. Por ratos se utiliza un lenguaje informal; en otros, la
acción viene acompañada de bailes; además, los actores interactúan con los
espectadores.
En la función que asistí, celebrando el Día Mundial del
Teatro, los actores Moyra Silva y Oscar Meza iniciaron con un poema por esta
celebración. Luego apareció Ubú padre (Gonzalo Molina), quien se encontraba tranquilo
en su mundo, cuando de repente Ubú madre (Grapa Paola) le habló de lo genial
que sería poder gobernar sobre Polonia.
Entre dudas y discusiones, ella logró persuadirlo y, con la ayuda del General (Silva)
armaron un plan para poder derrocar al Rey (Meza), llegando así al poder. Una
vez en el trono, no tuvieron ni la menor idea de lo que les esperaba.
En lo particular, amé la puesta, a pesar de venirme a la
mente adjetivos como “pastrula” o “hipster” para calificarla. Incluir al público
dentro de la obra podría ser riesgoso por momentos, ya que uno no sabe cómo reaccionará
un espectador con respecto a lo que le pidan hacer, pero en esos momentos surgen
cosas que enriquecen y suman a la escena. Lo único que me queda decir es una
frase de Karl Marx, muy precisa para el presente espectáculo: “La peor
pesadilla de cualquier sociedad es que los ignorantes y los idiotas lleguen al
poder”. Esta obra nos muestra cómo una persona sin aspiraciones es manipulada,
y por la codicia, logra tener lo que
quiere, sin importarle lo que le pueda pasar a los demás. Rescato las últimas
líneas de Ubú padre, que nos dan a entender que venir al Perú es la mejor cosa
que pueda pasar, ya que uno puede salirse con la suya cuando quiera y es cierto,
siempre y cuando se tenga con qué sobornar. Gracias por la función.
María Victoria Pilares
10 de abril de 2018
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