Escrita en 1986 por nuestro premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, e inspirada en un hecho real acontecido en 1978, la novela ¿Quién mató a Palomino Molero? llega al Teatro Marsano. No se trata necesariamente de una novela de misterio o suspenso (como se señala en el material promocional), es más bien una obra que entra en el terreno del policial. El horrendo asesinato del joven aviador Palomino Molero es el disparador de una curiosa investigación por parte de la policía de Talara para encontrar al asesino; en el proceso, Vargas Llosa, un notable escritor imposible de encasillarle en una categoría literaria, dibuja con maestría un colorido grupo de personajes, que refleja no solo nuestra particular idiosincrasia, sino también nuestros prejuicios y especialmente, nuestra triste corrupción de toda la vida.
Dirigida por el muy competente Edgar Saba, y presentada por la incansable productora Makhy Arana, la puesta le hace justicia al material original en su traducción al escenario del Marsano, condensando sus ocho capítulos en un solo acto de dos horas sin intermedio, que no le da tregua al espectador, en la búsqueda por la verdad. La propuesta de escenografía en el teatro de Cattone nunca defrauda: un enorme árbol al medio, en donde yace el cadáver de Molero con los brazos extendidos, y montículos de tierra sobre el escenario, simulando el ambiente rural. Con estructuras levadizas, mobiliario específico y un efectivo trabajo de luces y sonido se resuelve de manera funcional la delimitación de los varios espacios en donde se desarrollarán las acciones.
A destacar al inspirado elenco: el teniente Silva (Oscar Carrillo) y el guardia Lituma (Oscar Beltrán), encargados del caso al estilo Holmes y Watson, realizan sus pesquisas, topándose con la madre del difunto (Haydeé Cáceres), el coronel (Gustavo Bueno), el taxista (Ramón García), la dueña del bar (una sorprendente Susan León) y el teniente (un genial Claudio Calmet, en doble rol). Saba, además, introduce en escena la lírica presencia del muchacho asesinado (un excelente Gabriel Gil) quien aporta valiosa información cantando e interactuando con el resto de personajes, especialmente con la hija del coronel (gratísima revelación, Marialola Arispe). Más allá de seguir con interés el esquema del whodunit, la inquietante resolución de ¿Quién mató a Palomino Molero? acierta en retratar nuestra nefasta sociedad, una que todavía sigue cautiva de los prejuicios, la ambición y la conveniencia.
Sergio Velarde
17 de julio de 2024
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