viernes, 14 de junio de 2024

Crítica: ¡A VER, UN APLAUSO!


La muerte en clave de comedia

¡A ver, un aplauso! de César de María, bajo la dirección de Henry Sotomayor, es una obra que destaca no solo por su guion ingenioso, sino también por una dirección y actuaciones que elevan su sátira a un nivel memorable. La dirección de Sotomayor es hábil al manejar el equilibrio entre la comedia y la reflexión profunda, creando una experiencia teatral que resuena con la audiencia. 

El elenco, compuesto por Gian Loli, Ronie Cusó, Ethel Requejo y Miguel Soriano, ofrece interpretaciones destacadas que enriquecen la narrativa. Loli, en el papel de Tripaloca, logra capturar la esencia de un payaso callejero que, a pesar de su enfermedad, mantiene una chispa inagotable. Su capacidad para transitar entre momentos de humor y vulnerabilidad proporciona una profundidad emocional que conecta profundamente con el público. Cusó, como Tartaloro, complementa perfectamente a Loli, formando un dúo dinámico cuya química en escena es palpable. La lealtad y camaradería entre los personajes de Loli y Cusó son un reflejo conmovedor del apoyo humano en tiempos de adversidad. 
Requejo y Soriano también aportan actuaciones sólidas que enriquecen la trama. Requejo, con su talento para la comedia física y su presencia escénica, añade capas de humor y humanidad, mientras que Soriano aporta una energía y dinamismo vibrante y envolvente. 

La inclusión de música en vivo a cargo de Ger Vergara es un acierto que añade una dimensión adicional a la puesta en escena. La música no solo enriquece la atmósfera, sino que también contribuye a aligerar el tono de la obra, haciendo que el humor fluya con naturalidad. Las intervenciones musicales de Vergara proporcionan momentos de respiro y reflejan la naturaleza efímera y alegre de la vida, subrayando la idea central de la obra de encontrar humor y ligereza incluso en los momentos más oscuros. 

La dirección de Sotomayor y las actuaciones del elenco se complementan perfectamente, creando una obra cohesiva y efectiva. La habilidad de Sotomayor para dirigir a sus actores hacia interpretaciones matizadas y auténticas, junto con la elección de incorporar música en vivo, resulta en una producción que es a la vez entretenida y profundamente conmovedora. Quizá el único punto en contra que vimos va mas por una falla técnica del espacio, ya que sentimos muy poca acústica lo que llevaba a que por momentos no se escuchen bien algunas intervenciones.

En resumen, ¡A ver, un aplauso! es una obra que combina muy bien la comedia y la reflexión. Es una experiencia teatral que no solo hace reír, sino que también invita a la audiencia a reflexionar sobre la vida, la muerte y todo lo que estamos dispuestos a hacer para enfrentarnos a lo inevitable, un espectáculo de comedia ideal para disfrutarlo ya sea solo o en familia. 

Milagros Guevara 
14 de junio de 2024

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