martes, 4 de junio de 2024

Crítica: COLISIONES


En Lima chocamos todos

Nuestras combis bien podrían representar gran parte de nuestra idiosincrasia limeña. La tan mentada “cultura combi” se refiere a la conjunción de todos aquellos factores que tienen responsabilidad en nuestro caótico tránsito vehicular de todos los días: unidades destartaladas a duras penas operativas, conductores y cobradores imprudentes y de lenguaje vulgar, papeletas amontonadas cuando no funciona la coima, pistas en estado lamentable, frecuentes y graves accidentes, etc. Pero a esta lista habría que agregarle también las penurias que viven los sufridos pasajeros y las acrobacias que deben realizar los policías de tránsito, quienes tienen también sus propios dilemas familiares y personales. Pues bien, Colisiones, escrita y dirigida por Eduardo Rios Cañamero, producida por La Máquina Insomne y coproducida por el ICPNA Cultural, y que inaugura además el novedoso Ciclo de Teatro en el Centro, es una excelente puesta en escena que, a través de secuencias que combinan acertadamente la tragedia y el humor, nos lleva a la reflexión sobre el estado actual de nuestra desorganizada ciudad en eterna colisión entre todos.

Ya desde la primera llamada dentro el auditorio del ICPNA Centro, la puesta en escena minimalista muestra claramente sus intenciones, con los cuatro actores vestidos de negro escenificando la “ley de la selva”, en una lucha simiesca coreografiada, teniendo como fondo la proyección de imágenes de nuestra transitada ciudad. Acercándose la tercera llamada, los intérpretes “evolucionan” progresivamente y se visten con las ropas de sus respectivos personajes: el policía de tránsito (Christian Ramirez), el estudiante universitario (Piero Rodriguez), el chofer (Bruce Pray) y el cobrador (Wedner Velásquez) de la combi. Las secuencias van sucediéndose en orden cronológico, en una mañana cualquiera en el Cono Norte, y seguimos a cada uno de los protagonistas de esta historia, de la que ya intuimos su trágico final; dicho efecto funciona, pues lejos de caer en fáciles estereotipos, Rios Cañamero humaniza a sus personajes, mostrándolos con todas sus miserias y frustraciones, pero a la vez como las eternas víctimas de un sistema que no da para más.

Sobresaliente el trabajo en conjunto del elenco, el cual logra cuatro convincentes personajes: nos conmovemos por el policía que no le alcanza el dinero para poder atender a su padre, por el estudiante con el estómago vacío que debe viajar horas para rendir un examen, por el cobrador que quiere “ascender” a conductor para conquistar a una chica, y por el chofer que debe comprar en el camino los medicamentos para su pareja a punto de dar a luz. Ganadora del 3° Concurso de Proyectos Culturales 2023 de la Dirección de Asuntos Culturales de la PUCP, Colisiones nos recuerda que nuestra capital se encuentra muy lejos de convertirse en la tan mentada “potencia mundial”; por el contrario, se ha convertido en la auténtica prueba de la formalización de la informalidad, desgraciadamente ya normalizada a todo nivel, de la mano de la incapacidad del ciudadano común para respetar y hacer respetar las reglas, importándole solo su propia conveniencia. La "cultura combi" nos involucra a todos; y además, literalmente, en Lima todos chocamos.

Sergio Velarde

4 de junio de 2024

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