Una obra de vínculo universal
El auditorio del Británico
dio lugar a Solíamos mirarnos a los ojos,
obra escrita y dirigida por Sebastián Bellina Zagazeta, ganadora de los premios
Oficio Crítico 2022 a mejor espectáculo dramático, tanto por la mención del
jurado como por votación del público. Se trató de un proyecto testimonial,
elaborado en medio de la pandemia, en el que cinco artistas escénicos jovenes
peruanos indagan en las memorias con sus abuelos. La investigación precedente a
este montaje duró dos años aproximadamente, logrando así un producto artístico
propio, donde se exponen diferentes temas relacionados al vínculo entre abuelos
y nietos.
Solíamos mirarnos a los ojos está conformado por acciones escénicas,
canciones, secuencias de movimiento, monólogos, incluso interacciones con el público
asistente. Una de las fortalezas de este montaje es que se sostuvo el ritmo de
la obra, momento a momento. Desde la dramaturgia,
Bellina supo ordenar la información testimonial recolectada de manera certera,
atendiendo a las necesidades dramáticas que un montaje como este debía tener. Además, la división y estructuración del montaje a
nivel de dirección fue adecuado, de modo que los cinco artistas tuvieron el
mismo peso en escena. El elenco logró un trabajo prolijo en todo sentido,
destacando una técnica actoral a la altura del montaje profesional
representado, con una interiorización de texto y manejo del espacio adecuados.
Este es uno de los
montajes más sinceros y vigentes que haya podido ver recientemente. El vínculo
abuelo-nieto constituye un tema universal, sin tiempo o contexto únicos, que
puede generar empatía inmediatamente debido a su vigencia. Es interesante cómo,
en palabras del mismo elenco, han podido explorar el vínculo con sus abuelos,
incluso en casos en los que no han tenido la oportunidad de conocerlos en vida.
Además, este proyecto logró ser una vitrina de exposición de temáticas
relacionadas como las enfermedades, la muerte, la distancia en tiempos de
pandemia, la complicidad entre abuelos, entre otros.
El elenco conformado por
Camila Flores Palao, Valeria Conroy Duboc, Jean Carlos López Rufino, Flavia
Santillán Málaga y Sebastián Bellina Zagazeta logró un espacio de compartir y
confrontación a través de sus propios recuerdos. El producto final resulta ser
un disparador para el público, de modo que inevitablemente se empiece a pensar
en sus propias memorias, recuerdos, fotos, relatos, gestos heredados, entre
otros elementos significativos. Es inevitable, al ver este montaje, pensar en cuestionamientos relacionados a cómo
es que el vínculo con nuestros abuelos ha influido en nuestro aquí y
ahora. Finalmente, esta representación
cumple uno de los objetivos del arte: dar un espacio para la sensibilidad.
Stefany Olivos
23 de agosto de 2023
1 comentario:
Buenas noches, realmente es una obra con mucha poesía, toda ella con memorias capaces de permitirnos ir a las nuestras, cada vivencia diferente en temática y el punto de medula ellos y ellas en nuestras vidas. Mi felicitación al dramaturgo Sebastián Bellan Zagazeta y la fina dirección cuidando que siempre los actores estén acompañados en el escenario, aparte de las lecturas que se les dió para que lean no recuerdo si a todos o a algunos ,eso me gustó muchísimo, también mis aplausos a cada uno de los actores quienes en total honestidad compartieron un pedacito de sus vidas. Fue bello viajar y me voy con la creencia de que siempre nos vimos a los ojos y nos volveremos a ver cuando sea el momento.
Espero que esta obra sea difundida como se merece, es realmente un momento de intimidad colectiva y de mucha libertad para dejarse y dejarnos fluir como un manantial pero de emociones. Gracias por tan bellisima obra.
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