¿Qué tan importante es la relación con nosotros mismos para abordar otras relaciones?
Abordar el tema de las relaciones de pareja en una puesta en
escena es siempre desafiante, ya que cada caso es muy particular, partiendo de que
cada persona que empieza a relacionarse con otra trae una historia consigo de
aprendizaje, de cómo considera que “debería” ser el amor en las relaciones de
pareja. Y esto muchas veces no se dialoga al principio, pues nuestra cultura
está muy entregada a este enamoramiento inicial, donde todo es color de rosa y
al parecer, hay mil compatibilidades entre ambos seres, quizá buscadas para
sostener esa atracción física inicial.
La puesta en escena de La
insostenible necesidad de agradar a las personas, dirigida por Héctor Ríos-Lamas,
escrita por Ronaldo Daniel (también actor de la pieza) y producida por Cielo
Abril, nos narra la historia de una pareja joven, David y Diana, que se gustan
de muchas maneras; pero como es usual, el gusto no alcanza para sostener una
relación. Y quizás, de allí el título de la obra: el intento por tratar de
encajar en el mundo del otro, asumiendo lo que el otro piensa. Intentando
comprenderlo, pero desde su manera de ver una relación; y el otro, a su vez,
intentando ser comprendido, pero sin ser claro, ya que ni él mismo conoce sus
propios intereses. En este aspecto, la obra logra llevar adelante la vivencia
de este tipo de vínculo y que de alguna manera te identifiques con él. Hay
algunos momentos en los que cada uno habla con su terapeuta, que podrían haber
ayudado a que se definan más esos cambios en la actuación y quizá, con una luz
para esas partes.
Los protagonistas logran ser frescos y se observa también,
en buena medida, sus conflictos por sostener y encajar en la relación que se
van perdiendo con el transcurrir del tiempo. A destacar el muy buen desempeño
de la actriz Alexandra Canicoba, con muy buena energía y muy presente, que era
lo que se necesitaba, porque el espacio escénico es reducido, la escenografía
minimalista; entonces todo recae en las actuaciones. En algún momento de la
obra se usa una guitarra, pero no se llega a cantar y tocar una canción que acompañe
a algunos momentos que siento que lo requerían y se hubiese agradecido mucho.
En conclusión, es una interesante propuesta para observar
más de cerca y sentirse identificado con lo que pasa cuando nos vinculamos y la
importancia de mejorar la relación con nosotros mismos, para saber lo que
queremos y nuestros límites sanos dentro de cualquier vínculo. Recomendada.
Manuel Trujillo
17 de agosto de 2023
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