lunes, 28 de junio de 2021

Crítica: CELLA


Otra forma de crear una historia trillada

Daniel Peredo, periodista deportivo, tenía una frase específica y contundente en los momentos finales de cada encuentro ganado, pero sufrido, de la selección nacional de fútbol. Luego de la última ocasión de gol errado del equipo rival, en el momento de tiempo agregado, se escuchaba de él un agitado “si no sufrimos, no vale”. Tenía razón. Pues esos momentos finales significaba sufrimiento. Además, podía desembocar en un dolor para el seleccionado nacional y los hinchas fieles de “La blanquirroja”, que querían que acabe ya el encuentro. Es que a nadie le gusta naufragar por esa angustia. Tal vez porque a nadie le gusta deambular por el dolor, buscamos escapar de ese momento, aunque aprendamos mucho de eso. De este tema, el dolor, trata Cella, obra producida por Sonder compañía. Además, los intérpretes de la obra son María del Carmen Sirvas y Daniel Cano, dirigidos por el también dramaturgo Víctor Camino.

La obra se transmitió a través de la plataforma YouTube. Previamente, la productora enviaba el enlace oculto al correo designado por el usuario.

Cella es la historia de Nanya, una señorita que busca la razón por la cual su enamorado terminó la relación. Para lograr su cometido, ella se ha suscrito a la plataforma Cella. Este es un programa en software o página web para simular la conectividad con cualquier persona a cambio de depositar información sobre sus recuerdos. Así, ella, a través de la plataforma, viaja hacia varios tiempos para buscar el punto de quiebre en su relación. Desde la trama de la obra, la situación se ubica en un tiempo futuro, pues un software inexistente en el plano real habita en el lado ficcional. Además, presenta referencias como el gobierno de Fujimori, la pandemia por el coronavirus y otra pandemia futura, que es el tiempo de la situación.

Por otro lado, la performance, en general, estuvo bien lograda por los agentes participantes, ya que cada parlamento interpretado adquiría cierto sentido o valor en la historia; también la edición en el vídeo, aunque un momento de transición rompió la atmósfera que los actores habían creado previamente.

El call to action o la llamada a la acción de la performance se centra en reflexionar sobre el proceso de dolor ante el término de una relación de amantes. Sin embargo, también podría considerarse el papel que podría obtener la tecnología en un futuro muy cercano. En ese sentido, Cella cumple un rol importante e interesante, porque la plataforma no solo se convierte en el único medio para buscar e inferir hechos, sino que es una consejera para Nanya en el fragmento final de la obra. Entonces, el hecho de accionar sobre Nanya de esa manera le suprime el carácter de objeto para adquirir una característica humana.

Existen varias historias escritas en parlamentos o guiones que tratan sobre el dolor que genera el término de una relación; no obstante, en este caso los intérpretes (dramaturgo, director, actores, escenógrafos y diseñadores) contaron una historia, ya muy trillada, desde una visión futura. Esto le brinda un sentido innovador en la forma que es contada la situación.

En resumen, Cella es una obra trasmitida vía streaming interesante de ver por las buenas interpretaciones y por el tema tratado de forma distinta.

Elio Rodriguez

28 de junio de 2021

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