jueves, 5 de marzo de 2020

Crítica: SE BUSCA COMEDIANTE


El humor en la autorreflexión

La historia de cuatro anfitriones, que tienen la posibilidad de demostrar su talento en el escenario, ya se encuentra en el teatro Pirandello. Esta obra regresa un año después tras una corta y exitosa temporada. Sobre esto, Adrián Galarcep, director artístico de Los Productores, afirma que la obra fue un hit el año pasado. Además, el público les escribía a través de las redes, porque querían ver la obra; por lo tanto, reprogramaron el espectáculo para este año y así el espectador también regresaría al teatro. En esta temporada, Se busca comediante solo se presentará en veintiséis funciones desde el 17 de febrero hasta el 24 de marzo en el teatro Pirandello.

El teatro está lleno: las setecientas butacas han sido vendidas, pero los actores de la obra no irán a la función de ese día. La primera llamada del teatro suena, pero ninguno de los intérpretes aparece. Este problema queda en manos de cuatro anfitriones del teatro Pirandello que en su tiempo libre se dedican al stand up comedy. Ellos se acaban de enterar y tendrán que solucionar ese contratiempo en menos de quince minutos. ¿Cuál será la mejor solución? ¿Devolver el dinero al público? ¿Improvisar? ¿Hacer lo que más les gusta en el escenario? ¿Huir o aceptar el reto?

Se busca comediante es una creación colectiva en el que actúan Guille Castañeda, Mateo Garrido Lecca, Gachi Rivero y Carlos Palma, dirigidos por Rodolfo Reaño. La obra comienza desde que el público ingresa al teatro. Los comediantes cumplen la función de ser anfitriones; ellos reciben al espectador y los ayudan a encontrar su respectiva butaca. Luego, una voz en off dice: “Primera llamada” y ellos empiezan a interactuar entre sí. Se podría decir que ese momento marca el verdadero inicio de la obra.

El espectáculo es una fusión de ficción y realidad. Por un lado, presenta una situación ficticia en la que acontece una obra de teatro, pero los actores no se presentarán. Para ello, el escenario cuenta con todos los objetos que usarán en el supuesto espectáculo. Por otro lado, cada actor y actriz se interpreta a sí mismo dentro de la ficción, por lo que en algunos momentos suele percibirse como teatro testimonial.  Así mismo, Guille representa al actor encasillado, que siempre lo llaman para algún personaje específico; Mateo, al influencer, que solo lo llaman porque tiene muchos seguidores; Gachi, la que ya lleva más de diez años en la radio, pero no es conocida y Carlos, al que no puede obtener un préstamo del banco por ser comediante.

El conflicto principal de la obra yace en qué hacer ante tantos espectadores. Mateo, Carlos y Gachi están de acuerdo en presentar su arte, hacer stand up comedy. Pero, primero deben convencer a Guille, porque cree que se debe respetar las tablas; es decir, hacer teatro en el teatro y no stand up, que solo son monólogos que se presentan en los bares. En el desarrollo de este conflicto, los comediantes desarrollan algunos monólogos que parten desde su verdad, desde su propio rollo. Por su parte, los monólogos no se quedan en el chiste fácil, ni en lo burdo. Por el contrario, tocan temas de sus propias vidas. Hablan de esas situaciones tan incómodas que tienen que pasar como comediantes para cuestionarse a sí mismos.

A nivel interpretativo, cada comediante se representaba a sí mismo, no existe ningún personaje excepto en la representación de las historias de cada uno. Estas representaciones solo se quedan en la forma, no había intención en la palabra. Sin embargo, cuando interpretaban sus monólogos o contaban sus historias, solían brindar vida a cada palabra, aquí sí decían aquello que comunicaban.

Por otro lado, la escenografía solo dibuja el ambiente donde están ellos a pesar de que usan algunos elementos de ahí. Además, desde que comienza la obra, los comediantes solo tienen quince minutos para decidir qué hacer; sin embargo, el tiempo que les toma para resolver es más de una hora, lo que dura la función real. En otras palabras, el tiempo diegético dura menos que el tiempo real; por lo tanto, no presenta verosimilitud.

Se busca comediante, mirado desde el stand up comedy, es una obra que busca innovar el teatro peruano. No solo es que el comediante se pare sobre el escenario, que puede ser de un teatro, e interprete un monólogo; sino buscar un cómo llevar esto a una sala de teatro, que es donde yace su innovación. Es cierto, presenta algunos errores, pero esto no quiere decir que el espectáculo haya sido malo. Así que, si se desea comenzar bien la noche, “Se busca comediante” es una buena opción.

Elio Rodríguez
5 de marzo de 2020

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