Poder volar en un cuerpo sin alas
La Asociación de Artistas Aficionados da
lugar a distintas obras de teatro bajo la modalidad de “Teatro en el patio”.
Uno de los últimos montajes en representarse fue Volar, escrita y dirigida por
Jesús Cerrón, con las actuaciones de
Adriana R. Riva, Helen Domínguez, y
Kevin Velarde. La representación cuenta
la historia de una mujer, parte de una comunidad a la que enseñaron desde
siempre que no pueden volar. Este
personaje va a tomar el riesgo de probar qué puede pasar si se lanza a volar,
pues tiene las alas para hacerlo. Durante todo el montaje se ve cómo hay una
metáfora sobre agentes que niegan la posibilidad de riesgo a dicha comunidad,
cuyos miembros tienen alas, pero no se les permite volar.
El montaje contó con un trabajo de
secuencias físicas y trabajos de texto a nivel coral, de modo que la historia
era contada a modo de cuento por parte de los actores. Las marcaciones físicas
fueron ejecutadas con precisión, de modo que llenaban el espacio
energéticamente. En cuanto al trabajo vocal, hubo momentos en los que muchos
textos se perdían, debido a que la pronunciación se veía afectada por el
trabajo corporal en escena.
Este fue un elemento muy importante, pues tanto el
trabajo físico y de texto deben ser manejados con el mismo cuidado. El no
entender algunos textos le quitaba continuidad a la representación. La
caracterización de los personajes constó de ropa cómoda y apropiada para el
espacio escénico intervenido, pues se notaba que aportaba a la movilidad y los
desplazamientos de los actores. Los colores de las prendas, blanco y negro, le
dieron redondez a la propuesta escénica. Si bien a nivel general fue un montaje
cuya recepción se logró por parte del público, le faltaba un elemento
unificador a nivel de historia. Personalmente, podría decir que un actante
narrador hubiese podido permitir un mejor desarrollo de la historia.
La metáfora a la que se refiere esta puesta
en escena es al hecho de limitar nuestros deseos por prohibiciones hechas por
terceros. Muchas veces se nos enseña a no seguir nuestros deseos o sueños, sin
ninguna razón aparente. En este montaje, se nos presenta las dos posibilidades
que la mujer de la historia pudo tener: arriesgarse a volar y morir por no
poder lograrlo, o arriesgarse a volar y terminar lográndolo. Nosotros, como
espectadores, podremos escoger de manera personal cuál de esas opciones queremos aplicar en nuestra propia historia
de vida.
Stefany Olivos
2 de marzo de 2020
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