martes, 3 de septiembre de 2024

Crítica: GRANDES INTENCIONES


Anacronía 

"Hijo, tú tienes mi corazón. Cuando vengas me lo devuelves…"

Una frase expulsada desde el corazón de una madre que espera el regreso de su hijo; esta y otras historias son las que guardan cada uno de los vecinos de una quinta de Magdalena, donde cada uno parece estar viviendo en su propio mundo, absorto en sus propias rutinas, ignorando por completo lo que sucede en su entorno. Sin embargo, esto cambia cuando todos se dan cuenta de que la radio que siempre colocaba una vecina dejó de sonar. Es allí cuando los inquilinos deciden averiguar qué sucedió con la mujer, dando la oportunidad de conocerse y de encontrar la respuesta que cambiará sus vidas. 

Desde las primeras escenas nos encontramos con una trama que avanza con total fluidez, organizada en secuencias muy específicas que nos permiten adentrarnos en las historias de cada uno de los vecinos de esta quinta de Magdalena. La presentación de los personajes y su desarrollo son correctos. Además, la anacronía narrativa nos permite ver las vivencias de cada uno de ellos y cómo estos llegan a la quinta, logrando con esto que se entienda la esencia de cada personaje.

Grandes intenciones es dirigida por Jesús Neyra, quien ha guiado la obra manteniendo un ritmo que permite al espectador estar pendiente de todo lo que sucede en el escenario. Si bien es cierto, en toda la puesta prima la comedia, el director ha sabido resaltar esos momentos tiernos, románticos, reflexivos y tristes que tiene la obra, permitiendo apreciarla  en su totalidad.

El elenco está conformado por Nicolás Fantinato, Marisa Minetti, Claret Quea, Valquiria Huerta, Sergio Armasgo y Daniella Feijoó, quienes en perfecta comunión se entregan a sus personajes con tal convicción y energía. Al punto que sobre el escenario vemos la transformación de cada uno de los actores: desde el inicio, los personajes aparecen y se desenvuelven con gran confianza mientras van desarrollándose y creciendo.

Las luces, desde el inicio, han sido un factor importante para generar el impacto que la obra requiere. La escenografía, aunque sencilla, brindaba esa atmósfera que la puesta en escena requiere. Grandes intenciones nos permite acercarnos desde la comedia a temas muy latentes en nuestra sociedad como la indiferencia, el egoísmo, la soledad y el abandono. Temas en los cuales deberíamos reflexionar como individuos. 

Javier Gutiérrez

3 de setiembre de 2024

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