lunes, 12 de febrero de 2024

Crítica: ¿Y SI MEJOR ME DEDICO A OTRA COSA?


Lo que nadie dijo sobre ser actor en estos días

En el marco del 23º Festival Saliendo de la Caja, organizado por la Facultad de Artes Escénicas de la PUCP, tuve la oportunidad de ver el montaje ¿Y si mejor me dedico a otra cosa?, dirigido y producido por Eduardo Ríos Cañamero, uno de los alumnos de la Especialidad de Producción y Creación Escénica, quien se encarga también de la dramaturgia. Un elenco de seis actores se ha sumergido en una experiencia de creación de una obra de corte testimonial, donde comparten experiencias y perspectivas de lo que significa ser actor en Lima actualmente. La investigación implicada en el proyecto es parte de una tesis de licenciatura del director, en la que busca un muestreo de actores formados en distintas escuelas de actuación de la ciudad. El elenco estuvo conformado por Victor Lucana, Ana Lucía Neyra, Alondra Ticse, Ethel Abanto Cabrera, Nataly Reátegui Rodriguez y el mismo Ríos Cañamero.

La propuesta inicia con la presentación de los actores, quienes a partir de ese momento compartirán paralelamente de dónde viene cada uno. Cada momento del montaje estuvo acompañado de material audiovisual, como videos y proyecciones de referentes visuales manejados con mucha precisión; dichos elementos contextualizaban y potenciaban la información que los actantes iban compartiendo. La división de la obra fue clara, con un orden cronológico respetado por la historia de cada actor y actriz. Fue interesante que el director decidiera incluir lo que llamaré “escenas dinámicas”, las cuales podían durar apenas un momento para personificar momentos clave de la historia de alguno de los intérpretes. Esta decisión le dio dinamismo a la obra, además de retar a los miembros del elenco a cambiar de personaje de acuerdo a la necesidad de la representación. En ese sentido, el nivel de precisión actoral estuvo adecuado, a pesar de la presencia de ciertos tropiezos en la interpretación de textos.

Si bien la obra tuvo sentido de principio a fin, y considerando que fue una obra creada colectivamente con índole testimonial, considero que se incluyó demasiado material en la representación. Se pueden suprimir ciertos momentos donde se incluyeron temas un poco alejados de la idea principal de la obra (la inseguridad en las calles, por ejemplo, si bien es un tema real, una de las actrices incluyó mucho tiempo de sus parlamentes en hablar de ello, lo cual desviaba la atención de la audiencia). Hubo momentos que, a causa de estos episodios, el ritmo de la obra se dilataba ligeramente.

Fue un acto valiente y valioso el hecho de que seis personas pudieran compartir cómo es que han podido enfrentar la decisión de ser actores y actrices, a pesar de las dificultades o necesidades externas que hayan podido atravesar. Es así como el espectador conoce, a través de estas historias, que el ser actor no es tan fácil como quizá algunos imaginan. Los actores lograron mostrar sinceramente cómo es que puede haber dudas y logros en medio de un viaje hacia la realización de una pasión: en este caso, el teatro.

Stefany Olivos

12 de febrero de 2024

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