La salud mental en adolescentes
Todo un acontecimiento teatral resultó el estreno de El padre (2017) del autor francés
Florian Zeller, no solo por otorgarle el papel definitivo de su carrera al
inolvidable Osvaldo Cattone, sino porque la pieza puso sobre el tapete, de
manera magistral, el duro trance que deben atravesar los pacientes de Alzheimer
junto a sus familias. Especialmente, en países como el nuestro, en la que la salud
mental viene siendo relegada por décadas. Pues bien, siguiendo el mismo camino,
Zeller escribió una suerte de “precuela”, titulada El hijo (2022), mostrando la difícil realidad de muchos
adolescentes y la tirante relación con sus padres. Su estreno en Perú en el
Teatro de Lucía destacó dentro de nuestra (saturada) cartelera, ofreciendo una
conmovedora puesta en escena con numerosos aciertos.
Dirigida con buen pulso por el joven pero experimentado
Rodrigo Falla Brousset, la historia gira alrededor del introvertido Nicolás (Brando
Gallesi), el hijo adolescente de Pedro (Ismael La Rosa) y Ana (Marisa Minetti),
ambos ya separados. El joven, luego de descubrirse inexplicablemente que no ha
asistido al colegio por tres meses, se muda con su padre y su nuevo compromiso,
Sofía (Fiorella Luna), quien acaba de tener un hijo. El errático comportamiento
del muchacho y los desesperados intentos de su padre por comprender y frenar la
situación se presentan de manera dosificada, con un controlado manejo del
suspenso y la anticipación del inevitable y doloroso desenlace. En el apartado
técnico, las luces y el sonido, bien puestos; así como una funcional
escenografía, que delimita las salas de las dos casas y el consultorio
psiquiátrico, en el que aparecen el doctor y el enfermero, José Miguel Arbulú y
Brian Savitzky, respectivamente.
La dilatada duración de la puesta es compensada por una
inspirada dirección de actores, en la que habría que destacar el excelente trabajo
en conjunto de La Rosa y Gallesi, ambos en complejos personajes, quienes lucen sólidos
y conmovedores (y por los pelos, sin caer en excesos). A su lado, unas
formidables Minetti y Luna componen convincentes figuras de madres y esposas. Bien
por Falla Brousset, quien sale airoso del difícil reto de dirigir una obra de
esta envergadura; además de promover con su temporada la necesaria preocupación
por la salud mental en nuestro país. El
hijo de Zeller es una muy pertinente llamada de atención hacia nuestras
autoridades sanitarias acerca de una problemática que no debería cobrar más
vidas.
Sergio Velarde
17 de enero de 2023
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