jueves, 17 de diciembre de 2020

Crítica: ENTREVISTA PARA SER UN FANTASMA


Un fantasma paternal

La última vez que vi un espectáculo de este nivel fue con El Proceso de Daniel Goya. En esta oportunidad, retratando una entrevista con ironía. Creo que la palabra más sucinta para describir el montaje es precisamente esa, ironía. También destacar la gran capacidad de desenvolvimiento escénico que demostraron Santiago Giraldo (también el dramaturgo) y Rodrigo Masías.

El montaje fue relativamente breve, pero atractivo desde el primer momento, pues el inicio es demasiado bizarro: una entrevista con un fantasma y no solo eso, sino que se trataba de un concurso, al estilo licitación pública, para conseguir ser un fantasma. Una serie de situaciones irónicas, pero estéticamente simpáticas, acompaña la aventura de este aspirante a fantasma para alcanzar el puesto. De las actuaciones, destaca el trabajo de Giraldo, por la organicidad alcanzada. Siempre es un privilegio ver un montaje de los chicos del Club de Teatro de Lima, que a pesar del contexto actual siguen haciendo teatro. Hacia el final, el montaje cobra un sentido muy paternal, con un mensaje muy emocionante relacionado con la familia. Creo que la propuesta tranquilamente podría estar en las clasificaciones de obras para la familia, si se le editaran algunas escenas.

Por otro lado, el vestuario de los actores fue interesante, se notó trabajo para estar a la altura del contexto. Aunque acaso algo de música original habría hecho de esta Entrevista para ser un fantasma algo más atractivo. De la producción, lo mejor del montaje fue definitivamente la conmovedora escena final, realmente brillante. El montaje deja una sensación de saber más de la historia y eso basta para decir que alcanza a emocionar mucho y con originalidad. Fue relativamente breve, pero igual, felicitaciones a los actores y a todo el equipo.

Enrique Pacheco

17 de diciembre de 2020

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