Una niña valiente
Producto de la creación original del dramaturgo, actor y
gestor cultural Gerardo Fernández, llegó la temporada de la obra “Chami y la
Ciudad Dorada”, una historia que abordó la complejidad que implica para la protagonista,
Chami, el reivindicar sus orígenes andinos en un mundo racista que es reflejado
por su primo Bruno, con quien tiene que lidiar muchas penurias. Contó con las
actuaciones de Miluska Eskenazi como la Vicuña, Elihu Leyva como el Cóndor,
Luis Golding como Bruno y Katherina Sánchez como la protagonista Chami. Esta obra es la primera parte de una trilogía que,
como Gerardo comentó al final de la puesta, se estrenará y continuará con el
apoyo del Centro Cultural del Británico; de hecho, el espectáculo tuvo una
breve temporada en el dicho lugar.
El Teatro Esencia es un espacio de entretenimiento, centro
de formación actoral, centro cultural y además, cuenta con un pequeño auditorio
donde se presentan sus montajes, lo que genera un ambiente de confianza con lo
que se ve en el escenario. Además, Fernández se esfuerza por mantener una
fuerte presencia en las redes sociales del trabajo que hace desde su espacio. ”Chami
y la Ciudad Dorada” impresionó desde su primera escena, la que funcionó como
centro dramático de la historia: Chami, que bajo la luz de la luna recuerda a
su abuela y la canción que ella siempre recordará: “Mi linda wawita “. Chami
viaja a un mundo imaginario, la Ciudad Dorada, donde atraviesa una serie de
aventuras y dificultades con sus amigos el Cóndor y la Vicuña, mientras que
Bruno, el antagonista, hace todo por atormentar a su prima.
De todo lo mostrado destacó la música y el canto, ya que se
podría decir que la obra tranquilamente pudo haber funcionado muy bien como un
musical para niños, con la combinación de música andina con el afro y en
especial, destacó la interpretación del poema de Victoria Santa Cruz, “Me
gritaron negra” por Eskenazi. La obra duró más de lo que suele extenderse un
espectáculo familiar, ya que consistió en dos actos con un intermedio de 10
minutos. Por otro lado, la escenografía y la utilería trataron de imitar una
ciudad imaginaria en los Andes. Desde el punto de vista actoral, fue destacable
la actuación de Sánchez, que con su carácter extrovertido, llegó a causar mucho
humor entre los niños. Los efectos de las luces fueron muy importantes entre
las escenas y funcionaron muy bien para resaltar los distintos estados de ánimo
por los que atraviesan los personajes en la historia. En resumen, la lección de
“Chami y la Ciudad Dorada” fue el rescate del valor de la fidelidad para con
uno mismo, aun en circunstancias adversas.
“Chami y la Ciudad Dorada” estuvo en temporada corta en el
Teatro Esencia de Barranco entre los meses de agosto y octubre.
Enrique Pacheco
28 de noviembre de 2018
1 comentario:
Excelente en todo!!! y toca un tema especial para la educación de nuestros pequeños. Amé cada personaje y la originalidad de toda la obra.
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