Los recuerdos más allá de las palabras
Cada vez son más las propuestas teatrales
independientes que apuestan por salir de la oferta convencional y se arriesgan
a introducir diversas formas de expresión, como el movimiento, las acrobacias,
la danza, entre otros. En esta ocasión, Hiraeth,
las fotos que nunca olvidaremos, creación colectiva dirigida por Gabriel
Baltuano, nos presenta el efectivo uso de la máscara expresiva para relatarnos
un drama familiar, con toques de humor y sobrada nostalgia. La breve temporada
tiene lugar en la Casa Cultural Mocha Graña.
La trama gira en torno a una familia con
predominancia matriarcal, compuesta por las hermanas Carmen (Gabriela Jordán) y
Felicia (Atria Fiol); esta última tiene dos hijos, Felipe (Diego Manga) y
Blanca (Tamara Alfaro), quien a su vez tiene una hija llamada Rafaela (Sofía
Murrugarra); además, se encuentra el amigo de infancia, Tony (Alejandro
Zapata). En escena, somos testigos de una particular dinámica, retratada a
través de fotografías familiares y recuerdos; entonces, una inesperada pérdida
los obliga revalorarse como individuos y como familia.
Respecto al montaje, se utilizó una sala funcionalmente
distribuida con artículos clásicos como la radio y los casetes; además del
acertado acompañamiento musical, con canciones del recuerdo y creaciones
originales, en la voz de Nia Vanie. Sin embargo, lo más resaltante de la puesta
es el uso ininterrumpido de un elemento poco explotado en nuestros teatros: la
máscara expresiva, la cual contiene la historia y carga emocional del personaje.
Teniendo en cuenta que la máscara no habla, el uso de cuerpo es vital para
desarrollar los “diálogos”, en este tipo de propuestas. En ese sentido, el
joven elenco sale airoso del reto, ya que logran ejecutar con gran precisión y
sensibilidad cada gesto corporal, llegando incluso a percibir cambios en la
propia máscara, por el efecto ilusorio que se crea en el ambiente. Si tuviera
algo que mencionar, quizá es continuar puliendo algunos detalles como las
entradas y salidas por la puerta, que se quedaba abierta en momentos que ya
debía cerrarse, lo cual no quita ningún mérito al trabajo de noventa minutos
bien sostenidos.
Hiraeth,
las fotos que nunca olvidaremos es una conmovedora
puesta en escena, que rescata un importante elemento teatral como la máscara
expresiva, la cual traspasa la ausencia de las palabras, reflejando en cada
movimiento, en cada canción y en las sutiles danzas, los recuerdos de una
familia. También, nos revela la fragilidad y el dolor que causan las pérdidas,
así como la unión y la importancia de cultivar nuestros vínculos, reforzándolos
a través del tiempo.
Maria
Cristina Mory Cárdenas
15 de abril de 2024
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