Doce años después, a la misma hora
Imposible para mí
olvidar, allá por el 2012, aquellas actuaciones de nuestro hoy recordado Diego
Bertie y de una increíble Gianella Neyra, en las que, bajo la dirección de
Osvaldo Cattone, nos regalaron química, soltura, pasión; hoy, Connie Chaparro y
Sergio Galliani hacen lo propio, con mayor dulzura, matices de picardía y un
humor muy íntimo que manejan de forma maravillosa y que logran transmitir a los
espectadores. Todo ello en el mítico teatro Marsano y con la misma obra de
Bernard Slade: El próximo año, a la misma
hora.
Una comedia
romántica como pocas, muy bien contada, de un texto maravilloso que exige de
una química especial entre los protagonistas y que David Carrillo ha sabido
encontrar en sus actores. Hay ternura y un contacto desde la fascinación y el
deslumbramiento mutuo. Si bien la comedia nos hace reír a partir de un humor
pícaro pero tierno, también nos captura con escenas emotivas de añoranza y
tristeza, por ciertos acontecimientos que atraviesan sus protagonistas.
La obra tiene un
carácter mágico, que te permite llorar, reír, asombrarte. Si bien en un inicio
los procesos se muestran un poco lentos, los actores logran sobreponerse a ello
y encontrar el ritmo adecuado, según la intimidad vaya dictando. Claramente se
entienden, es innegable la presencia que tienen ambos en el escenario, además
de ese carisma especial para congeniar con el público. Con Galliani con
momentos inmejorables; no bajo el ojo perfecto, inmejorables en lo humano que
logra plasmar en el escenario. Por otro lado, Chaparro deslumbra con un
personaje que crece, se transforma a partir de sus experiencias; logra
desarrollar la madurez y el aprendizaje de toda una vida.
El próximo año, a la misma hora es una obra preciosa. Cuánto más
hermoso ha sido para mí verme envuelto en ese romance, pero como un espectador
hacia la obra, que vuelve una vez más, al mismo lugar de encuentro, el Marsano,
a dejarse deslumbrar, ya con nuevos actores, pero con la misma esencia de amor
y cariño. Ojalá no pasen tantos años para volverla a ver. Y si es que ocurre,
que siga manteniendo esa magia. Esta es una obra que tiene todos los méritos
para perdurar en el tiempo.
Omar Peralta
10 de marzo de 2024
1 comentario:
Las actuaciones van mejorando conforme avanza el relato. Las partes tristes están manejadas sorprendentemente bien.
El encuentro anual de la pareja para mantener conversaciones no verosímiles y encuentros sexuales, considero que es un reflejo de una sociedad en caída libre moral, donde se acepta la infidelidad programada y descarada.
La vida es así en el mundo real, mas depende de nosotros cambiar el rumbo, detener la caída libre y poner de moda la fidelidad y el comportamiento coherente recordando la promesa hecha a la pareja de toda la vida.
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