Ser humano, ser adolescente
La Eme Colectivo Teatral ha estrenado recientemente la obra Detención,
escrita y dirigida por Mónica Talavera. El Nuevo Teatro Julieta da lugar a esta
producción los días viernes y sábado a las 10:30 p.m., con las actuaciones de Diego Pérez, Lilian Schiappa-Pietra,
Daniel Menacho, Andrea Alvarado, Gianmarco Loli y Fernando Pasco. Este
montaje nos cuenta la historia de cinco alumnos y alumnas que terminan en
detención después de un día de clases. La chica popular, la “rara”, el nerd, el
deportista y el alumno violento se encuentran en detención después de clases,
cada uno por razones que iremos conociendo. Sin pensarlo, el espectador
encontrará que estos cinco estudiantes tienen más aspectos en común de los que
parece.
El espectáculo se desarrolla en el salón de detención, al cual van llegando uno a uno los alumnos castigados. Esta entrada de los personajes es un aspecto muy importante, ya que es la carta de presentación de los alumnos. Se notó la especificidad en las marcaciones de entrada de cada uno, lo cual constituía información muy valiosa para que el público pueda conocerlos. La construcción de los personajes estuvo muy pareja, cada uno lleno de detalles que enriquecen la obra. Debo rescatar que cada uno de los caracteres de la obra logró niveles de contradicción humana tan específicos que evitaron la posibilidad de caer en el cliché meramente.
A pesar de que la construcción de personajes fue eficiente a nivel general, el ritmo de la obra no fue claro ni consistente. Hubo momentos donde la marcación de escenas y contraescenas eran muy confusas, por lo que el espectador no podría haber tenido claro cuál era la principal y cuál la secundaria. Esto generó una sensación de desorden, acompañado del hecho de que momentos cumbre de la obra no fueron marcados de manera clara. El engranaje del sistema de luces no fue específico durante la obra, parecía un elemento que no acompañaba realmente el cuadro de intensidad. Lamentablemente este desorden desde la dirección no permitió que el espectáculo se lograra completamente.
Las peripecias de la adolescencia es un tema que nunca dejará de ser vigente. De la mano de Talavera, tenemos la oportunidad de ahondar en las contradicciones que se viven y sienten en esta etapa de la vida. La misma directora reconoce que este momento constituye, tal vez, el primer gran encuentro con lo que es la vida real. El espectador es testigo del enfrentamiento con situaciones donde el estatus y las ideas de poder van cobrando importancia, y cómo esta “batalla” ha traído consecuencias distintas en cada personaje. Lo más enriquecedor de esta historia es que el público puede identificarse y ver de cerca a estos cinco chicos que, al fin y al cabo, terminan teniendo mucho más en común de lo que parecía.
Stefany Olivos
2 de mayo de 2022
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