Sobreprotección y rebeldía
El club de los aquellos presentó Fronteras, escrita y dirigida por Daniel
Goya. Nos cuenta la historia de Eduardo Jáuregui (Miguel Soriano), un capitán
de la policía que vive en la selva peruana, quien luego del fallecimiento de su
hermana debe hacerse cargo de la crianza de su sobrina Cathy (Valery Vargas),
una niña que ha llegado a la adolescencia y típico de la edad, está un poco
rebelde y Eduardo, acostumbrado a lidiar con asesinos, criminales y
delincuentes, no sabe cómo hacer lo mismo con esta jovencita. Conllevando a que
esa rectitud por parte del tío se vea cuestionada mientras va avanzando la
obra, hasta desencadenar con un final inesperado.
Tanto a Vargas como a Soriano se les vio en
todo momento sumergidos en sus personajes, interpretándolos con tonalidades de
voz claras y variadas, percibiendo en cada uno de ellos los cambios de
sentimientos que iban teniendo mientras avanzaba la historia. Notándose
variación cuando decían los textos, ya sea como testimonio o como una conversación
entre ellos. En general, podríamos decir que ambos lograron sostener sus
personajes con total naturalidad, verdad y credibilidad de principio a fin.
Por su parte, Goya supo encontrar una forma
interesante para diferenciar lo que aparentemente eran testimonios por parte de
cada uno de los personajes y lo que era una conversación entre ambos. En el
primer caso, se proyectaba en pantalla la imagen del personaje con el símbolo
“REC” dando a entender que este testimonio estaba siendo grabado; en el segundo,
se veía a los dos actores al mismo tiempo, cada uno en su pantalla como si
fuera una conversación entre ellos. Sin embargo, hubo un par de momentos en que
parecía que era una conversación, pero se proyectaba la pantalla de grabación.
En cuanto a escenografía, no necesitaron más
que una pared de color sólido, lo cual logró que nos concentremos solo en lo
que iba sucediendo en esos cortos 36 minutos de transmisión a través de Joinnus
Live. Por otro lado, la pieza musical escogida casi al terminar la historia
aportó positivamente a la construcción de la escena, logrando un final que nos
llenó de sentimientos de rabia, pena y dolor.
Milagros Guevara
25 de febrero de 2021
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