Por una justa revolución
El teatro independiente continúa renovando
sus propuestas; precisamente, una de ellas es la obra ganadora del Festival
Sala de Parto 2014: Una pequeña guerra de independencia, que está por
terminar su breve temporada en el nuevo Teatro Julieta.
Sala de Parto y Colectivo Imaginario se
unen para darle vida al texto escrito por Cinthia Delgado, bajo la dirección de
Dusan Fung. Ahora bien, respecto a la trama: Justo Ramírez (Pold Gastello) guarda el gran anhelo de tener su propia agua, mejor dicho, un
manantial del cual proveerse de ella sin intermediarios (como la Autoridad del
Agua). Para ello necesitará la ayuda de su hijo, Bernardo (Carlos
Daniel Salazar), quien con cierto reparo, será el cómplice perfecto para crear
una máquina abastecedora de agua, y así poder rebelarse ante la opresión de la
empresa distribuidora, y claro está, de los recibos a fin de mes. Pero lograr
el objetivo no será tarea fácil, pues un representante de la empresa que
controla el abastecimiento del agua –personaje interpretado por Armando
Machuca-, intentará persuadirlos para no salir del sistema; aunado a ello, los
problemas para independizarse y generar su propia fuente de agua serán algunos
de los obstáculos que deberán sortear, entonces, llega una nueva ¿aliada? Sol (Anahí de Cárdenas - Anaí Padilla), una joven fanática de la luz, quien podría ayudar
a Justo y a su hijo a lograr semejante hazaña para liberarse del status quo.
Un escenario limpio, solo con algunos
elementos: un marco de puerta, un teléfono, una estructura circular, los
cambios de vestuario al costado del escenario, entre otros objetos que poco a
poco irán revelando los personajes (algunos imaginarios como la máquina de
agua), mismos que se matizan con el fondo musical noventero (y de otras épocas).
Las acciones trascurren mediante el juego y el movimiento constante como ejes
principales, además se percibe una energía potente en cada escena que se
sostiene a lo largo de toda la puesta. Los gags se utilizan con precisión y
pertinencia, complementando los momentos divertidos y aportando a la dinámica
ágil del montaje.
Si bien la puesta es una comedia, esta contiene
un trasfondo real acerca de la búsqueda incesante de la libertad, así como el
tema del manejo de un recurso natural tan importante como es el agua, sobre
todo en los tiempos que corren, donde las protestas (internas y externas), por
su conservación sumado a la inminente escasez del mismo en algunos lugares del
planeta, nos lleva a reflexionar y a cuestionarnos desde una butaca. Los
sentidos monólogos que interpreta Gastello son secundados por cada uno de sus
compañeros, un elenco compenetrado, sólido y generoso en escena.
Una pequeña guerra de independencia es
la historia de un hombre más que soñador, revolucionario en sus ideales, pues
como bien decía Justo: “[…] El agua es un derecho, no un producto […]”; así
como él, cada uno nosotros batalla con su propia guerra, quizá, para ser un
poquito más ‘libres e independientes’.
Maria Cristina Mory Cárdenas
10 de agosto de 2019
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