Yerma ha sido estrenada el 2 de abril en el Teatro La Plaza de Larcomar y se mantendrá en temporada hasta el 4 de junio, de
jueves a martes a las 8.00 pm. y los domingos a las 7.00 pm. Sobre la sinopsis -“Yerma
anhela tener un hijo con Juan, su marido, y no puede; siente que ser madre es
el único camino para sentirse una mujer completa”- que a través de la mirada de
Nishme Súmar, la directora, nos dice que “se buscó entender desde qué lugar
escuchamos la voz de las mujeres en la actualidad y desde donde siguen
disputando el derecho a decidir sobre sus vidas y cuerpos”.
Yerma es una obra del gran Federíco García Lorca (poeta y dramaturgo español), que en similitud que cualquier tragedia griega escrita por Eurípides, presenta
a esta heroína, o en el caso de Yerma, “anti-heroína” para la moral de una
época. La cual ha sido “víctima” de la presión social, llevándola a forjar la
idealización de su identidad como mujer en relación solo a la función
reproductiva o “materna” de la mujer. Entre otros subtemas, tenemos la
satanización del deseo de la mujer, la moral, etc. Esta obra, en la dirección de Súmar y asistencia de Telmo Arévalo, ha logrado una propuesta de mucha
poesía y mucha sensibilidad. El montaje es un trabajo cargado de energía
femenina, que logra conmover y deleitar con su estética, y cuyo mínimo detalle
ha sido tomado en cuenta. El elenco de actores cuenta con Urpi Gibbons (Yerma), Haydeé Cáceres, Irene Eyzaguirre, Vanessa Vizcarra, Trilce Cavero,
Julia Thays, Muki Sabogal, Rina Corzo y Adelaida Mañuico (coro de mujeres del pueblo) y dos hombres, André
Silva (el esposo) y Alejandro Villagomez.
Debemos resaltar el gran cuidado y
sensibilidad con el que la obra fue abordada, que se deja ver desde la pequeña
instalación, realizada en el foyer del teatro, donde se cuelgan ropas blancas de
mujer (que pertenecen a una época) bordadas con fragmentos del texto, recibiendo
al espectador e introduciéndolo en la temática y la sensibilidad de la obra. Las
composiciones escénicas están compuestas de imágenes exquisitas que deleitan del solo observarlas, y a ello debemos
sumarle el gran trabajo de cada una de las actrices, dentro de los cuales podemos
resaltar el bello trabajo de Muki Sabogal dentro del coro, sobre todo su
actuación en la escena carnavalesca y ritual que aborda con una gran poesía. Imposible
no felicitar también a Urpi Gibbons, quien realiza un excelente trabajo
encarnando a Yerma. Además del trabajo de todo el elenco que han tenido un
impecable desempeño, la musicalización en vivo, así como el acompañamiento de
canto coral de algunas escenas realizada por los actores fortalecían la
sensibilidad de la estética.
De la dirección, debemos señalar el excelente
uso de los recursos, escenografía, luz, música en vivo, pero sobre todo
composición, que ha sido uno de los fuertes de toda la obra manteniendo la
esencia poética de los textos de Lorca. Dentro de muchas de las decisiones de
dirección está la escenografía en semicírculo, junto con esas paredes de barro
separadas que suman tanto para el ritmo de las escenas y en la funcionalidad de los cambios espaciales de la
obra, pero que además aporta al significado de la temática de la obra: “la
presión social que ejerce la sociedad en un hogar desestructurando sus
cimientos, así como la elección de colores tierra que se vincula a la aridez que
Yerma creía tener”.
Por otra parte, la función de un coro no es solo como propuesta para desarrollar las canciones de la dramaturgia, sino la
labor de este coro de mujeres del pueblo que se imponía influyendo en la vida
de una pareja, destruyendo un hogar. La elección de la directora que este coro haga
en algunas escenas, de los propios pensamientos y deseos reprimidos de esta
mujer; y al mismo tiempo, sean estas mujeres de pueblo la que la critiquen y la
repriman, deja ver la doble moral que es un tema que va más allá de géneros y
que suele repetirse en una sociedad machista como lo es Perú, donde uno de los
opresores también son las mismas mujeres. Si existe un detalle que no ha
quedado claro, es el uso del idioma quechua en algunos cantos cuando en todo
momento no se da mayor referencia ha ello, ni en la estética ni vestuario. Podemos
deducir con ello, que la directora intentaba contextualizarlo en el Perú durante
pequeños momentos que sin embargo, no se dejan ver desde el inicio, ya que
respeta mucho la dramaturgia. A pesar de ello, este recurso no rompe la poesía,
ni molesta en el montaje. Debemos señalar que las escenas rituales fueron las
que pintaban de mejor manera este color local que se intenta incluir.
Otro intento de evidenciar la actualidad de
la obra en el hoy fue la propuesta final, en donde las actrices del coro se
cambiaron a sus ropas de calle y se presentan observando la última escena de
Yerma con su esposo. Un recurso que si bien marcó un final con mayor peso
escénico, no era necesario a mi parecer subrayar la actualidad de la obra. Si bien estos recursos no terminan de tener sentido mayor dentro de la propuesta,
que la de resaltar y reforzar el tema y la contextualización de la obra, están
introducidos de una forma que no rompen abruptamente con la propuesta y puede seguirse
un hilo conductor de inicio a fin.
Más allá de ello, la obra mantiene una belleza visual y un gran trabajo actoral de los que deberían ser testigos, desde la música en vivo, la luz y cada elemento elegido hasta detalles que dejan ver la limpieza de la puesta. En verdad Yerma ha sido una obra que recomiendo asistir, no solo por la temática, sino más allá de ella: la limpieza, la sensibilidad y la buena dirección de esta obra. La buena noticia para todos es que tienen hasta el 4 de junio para asistir, y gozar de una gran dramaturgia, dirección, actuaciones y montaje. Les recordamos que las funciones van de jueves a martes a las 8 pm y domingos a las 7 pm.
Más allá de ello, la obra mantiene una belleza visual y un gran trabajo actoral de los que deberían ser testigos, desde la música en vivo, la luz y cada elemento elegido hasta detalles que dejan ver la limpieza de la puesta. En verdad Yerma ha sido una obra que recomiendo asistir, no solo por la temática, sino más allá de ella: la limpieza, la sensibilidad y la buena dirección de esta obra. La buena noticia para todos es que tienen hasta el 4 de junio para asistir, y gozar de una gran dramaturgia, dirección, actuaciones y montaje. Les recordamos que las funciones van de jueves a martes a las 8 pm y domingos a las 7 pm.
Kiara Castro
16 de abril de 2019
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