martes, 26 de marzo de 2019

Crítica: LA MANZANA PROHIBIDA

¿Cuál es “la manzana prohibida” el 2019?

La productora “El Tuétano Teatro” inicia su temporada teatral 2019 en Amaru Casa Cultural con la obra “La manzana prohibida” de Gonzalo Rodríguez Risco, bajo la dirección de Ana Claudia Moca, y con las actuaciones de Germán Pecar y Cheli González Vera. La obra tiene una temporada corta del sábado 23 de marzo al 14 de abril de viernes a domingo.

Sinopsis: “La manzana prohibida es una comedia ligera, ambientada en la década los 90’s que nos presenta a Verónica y a Juan Carlos, dos amigos de la infancia que pasarán juntos un fin de semana. Verónica ha planeado este viaje para seducir a su amigo e iniciar una relación, pero sólo con la finalidad de olvidar a su ex. Sin embargo, Juan Carlos tiene un gran secreto que confesarle: es gay y ya tiene novio. Cuando Juan Carlos cuenta su verdad, ésta los hace confrontarse con aquellas partes de sí mismos que suelen ocultar a los demás. Ahora tienen que decidir si a pesar de todo pueden seguir siendo amigos.”

Según palabras de la directora Ana Claudia Moca, “La manzana prohibida” ha permitido que todo el equipo pueda hablar de sus miedos e inseguridades a través del texto. “Para mí, la indagación personal es indispensable para la construcción de la verdad escénica. Esta búsqueda de verdad nos ha llevado a evidenciar el hecho teatral y a disfrutar de construir un escenario más onírico que naturalista, mientras contamos una historia con la que, creo, cualquiera podría identificarse” sostiene la directora.

La elección de dirección de introducir elementos oníricos dentro la obra funciona en la medida que refuerza algunos subtemas como los miedos y deseos reprimidos en los personajes, la homofobia, el bullying, etc. Sin embargo, el intento por introducir también elementos oníricos a las escenas diurnas de la obra ha sido un intento tímido y poco claro; por lo cual, algunas convenciones utilizadas no logran entenderse dentro de estas escenas. Entre estos artificios tenemos la convención de la llamada de teléfonos sin los elementos, o los cambios abruptos de acentos y juegos que mantienen los personajes, momentos fallidos que causan un extrañamiento temporal de la escena pero que no se intensifica ni mantiene durante toda la obra. Por lo cual, el inestable de estos artificios no logra una organicidad dentro de las convenciones de la obra; interrumpiendo así, la inmersión del espectador.

Algo positivo a resaltar en las actuaciones de ambos actores es que han aportado frescura a la escena y un buen manejo de ritmos y energía a lo largo de la obra. Por otro lado, desde la dirección, algo que quita calidad a la propuesta son los tránsitos de una escena a otra, resultando pocos limpios para la estética presente en la obra. Entre los aspectos técnicos que han restado limpieza y claridad a la convención tenemos; el mal manejo de luces y sonido, los cuales entraban y salían de manera abrupta, cortando la tensión y el ambiente logrado durante la escena. Otro momento que no estaba muy controlado eran los cambios de vestuario de la actriz, puesto que rompían con la convención de la cuarta pared, al alcanzarle el vestuario a su directora fuera de escena, lo cual quedaba al descubierto por el tipo de espacio elegido. Estos son elementos que han podido manejarse con mayor cuidado por parte de la dirección.

Por otra parte, la elección del espacio en esta propuesta resulta funcional, un espacio de estar como lo es una sala ha sido transformada en uno de tránsito, logrando un corredor con dos puertas (que dan hacia el interior y exterior de la casa de la historia), lo cual aporta fluidez y dinamismo a las escenas. Esta disposición se logra por la decisión de la directora de colocar el escenario en medio de dos espacios para el público formando una suerte de “espacio de pasarela” en el que se desarrolla la obra.

Si bien la obra es una comedia ligera que funciona, no queda muy clara la necesidad de colocar una obra como esta que habla sobre la amistad, la homofobia y el deseo “ambientada” en la época de los 90´ y no una actualización del tema. La poca contundencia en las convenciones elegidas no permite que el espectador se acerque a la intencionalidad de la propuesta de dirección. Creo que, si consiguiese afinar sus convenciones y la limpieza en los cambios, permitiría al espectador llegar al discurso particular o intencionalidad del montaje.

De todas formas, se les invita a disfrutar de esta comedia ligera, con frescas actuaciones, para generarse una experiencia personal de la misma. La obra “La manzana prohibida” continuará su temporada hasta el 14 de abril, de viernes a domingos a las 8 pm, en Amaru Casa Cultural (Jr. Sucre 317, Barranco).

Kiara Castro
26 de marzo de 2019

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