viernes, 1 de marzo de 2019

Colaboración regional: CASA CULTURAL QHIMERA – HADRIA CCOPA


EL PRÓLOGO DE UN SUEÑO

“Mi primer encuentro con el arte fue a los 3 años, moldeando con barro y creando carritos” es el primer recuerdo que tiene Hadria con el arte plástico. Su padre, carpintero de ataúdes, le brindó el primer espacio para crear. “Los trabajos de mi padre eran todos hermosísimos, crecí en ese ambiente creativo quitándole el toque fúnebre”. Su madre costurera le enseñó quizás el afán de hacer arte por necesidad de expresión. Los juguetes no eran fáciles de adquirir al ser parte de una familia de cinco hermanos, esta necesidad impulsó el ente creador infantil… retazos de madera y cola sintética fueron los insumos para el nacimiento de juguetes con un estilo único que simpatizaba a sus amigos, quienes buscaron hacer lo mismo. Se dio cuenta que la necesidad solo está en la mente y que uno puede generar su propia felicidad. Su primer maestro llegó cuando tenía ocho años. A los doce, el arte acapara sus horas para entrar de lleno a las artes plásticas a los catorce. La escultura con distintos materiales se abría paso, las propinas se volvían creaciones.

Ingresó a la escuela de Bellas Artes del Cuzco no de corazón, sino por presión social de estudiar algo. “Me sentí muy presionado, un sitio donde sentí que me cortaron las alas”, lo dejó al cabo de dos años para viajar a Lima donde empieza una formación, no tanto académica, sino vivencial.

El ex Centro Cultural “El Averno” dirigido por el negro Acosta y Leila, los muralistas Jorge Miyagui y Herber Rodríguez influyeron mucho en lo que realizaría posteriormente, “aportaron tanto en mi vida, técnicamente, ideológica, cultural, donde obtuve toda la formación que deseaba”. Cierto día, en un recital de poesía, conoció a Arturo Zárate (egresado de la ENSAD) y gracias a él pudo introducirse en el teatro, le dedicó una etapa a tiempo completo, "fue lo más memorable que tuvo en esos años de iniciación en Lima”. También estudió diseño de interiores y diseño gráfico.

Trabajó de muralista en la ciudad de Lima, con lo que tuvo la oportunidad de regresar a su ciudad natal. Trabajó de diseñador de interiores, explorando aún más su creatividad, gracias a ello pudo viajar a varias ciudades del Perú hasta llegar nuevamente a la capital. “Llegué a Lima quizás un poco asqueado del mismo arte que estaba haciendo, porque se había vuelto muy monótono, era una máquina que solo trabajaba”. La docencia le llegó por invitación de amistades, enseñó a adolescentes por dos años donde se sintió muy a gusto. Aunque no era su rubro, él encontró su espacio. Algo que le hizo cambiar totalmente de visión fue trabajar con chicos con habilidades diferentes, hasta que le ocurre otro hecho trascendental… un tumor en la pierna lo estanca física, emocional, laboral y espiritualmente casi dos años. Estuvo sin rumbo y el arte nuevamente apareció en su forma más infantil… un caballete de madera. Decidió empezar de cero, “me dije, VAMOS”. Una amistad lo invita a la ciudad de Ica para enseñar a sus hijos, viajó y allí es donde empieza la travesía llamada Casa Cultural Qhimera.

QHIMERA EN LA SABANA

Mayo del 2014. Enseñar a niños de siete y ocho años fue para él un gran reto. Estos niños le dieron un matiz distinto a su vida, “Qhimera nace por ellos, me enseñaron a empezar de nuevo, soñar, a tener esa locura de niño… Joaquín, Sebastián y Oscar… gracias”. Abrió un pequeño taller, otros artistas le recomendaban no abrir todo el año, porque Ica aún no consume arte. No prestó atención y decidió seguir. Al poco tiempo, llega al taller Lucero… quien decide participar en concursos de pintura, ganando dos años consecutivos el Premio Nacional Interescolar del MALI. Abril era una niña de tres años que volvió a ponerle reto a su vida. Fue intentando más cosas y salieron los talleres de títeres, teatro, escultura y eventualmente música. “Fue transcurriendo el tiempo, hasta que decidí ponerle un nombre ya definitivo y dije: Este proyecto tiene que seguir, pero no solamente como un taller de arte, tiene que crecer como algo más y hay algo que le falta a la ciudad de Ica, que es una casa cultural, así que decidí ponerle el nombre de Casa Cultural Quimera”. Ya tienen cuatro años, no han cerrado en todo ese tiempo y su visión es que se siga manteniendo sustentable.

SUEÑA QUIJOTE

Actualmente, la casa está abierta de lunes a sábado con talleres todo el día, para niños, adolescentes y público en general. Cada temporada, la casa toma una temática distinta. Este año, de abril a julio será “Retablo”, donde se hablará la historia, lugares y técnica. “Los participantes no solo se llevan un producto físico, sino también un producto, el cual les habla de su identidad, sus raíces, el Perú”.

“Sueña Quijote” es el ambicioso proyecto teatral de la casa, donde actúan niños de ocho a trece años, que partió de un sueño. “Estamos trabajando mucho en lo actoral y espiritual, para que el alumno se involucre con el personaje asignado, para impactar a los espectadores”. La puesta en escena desea impactar al público en general, pero especialmente a los niños y se den cuenta que un superhéroe, no es que tenga superpoderes, con la valentía y justicia pueden hacer mucho. Se estrenará el 2 de marzo. El próximo proyecto es “El conde de Montecristo”. Espera que en poco tiempo pueda conseguir un terreno amplio donde se pueda colocar una pequeña pinacoteca, biblioteca, anfiteatro para todos los artistas viajeros, locales que deseen mostrar su arte.

CONTINUARÁ…

Hadria no quiere dejar de agradecer a la familia que siempre confía en él, grandes amigos de Ica: Velarde de “Tributo Bar”, Rodolfo Suito, gerente de Plaza del Sol; Harold López, amante del teatro, a ellos por su apoyo constante con el arte en la ciudad. A su pareja Katherine Pérez (también artista), a su hija, la cual le enseña cada día y le hace "resetear" cada nuevo sueño. “A la vida, por cada paso que uno va dando y si aprendes a escuchar, sabes por dónde ir”.

Visiten su Fanpage, Qhimera Casa Cultural
La Casa Cultural Qhimera se encuentra ubicado en Urb. Sol de Ica, LOS PORTALES 4° etapa J – 14, Ica.
WhatsApp, 9988 52660

Josue Harold López Segovia
Ica, 26 de febrero del 2019

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