domingo, 6 de julio de 2025

Crítica: UN LUGAR PARA NOSOTROS


Inevitables despedidas

Una brevísima temporada de la obra Un lugar para nosotros, a cargo de Kamill Salinas (parte del elenco), Anyelina Orihuela y Paola Durante, estudiantes de la carrera de Artes Escénicas de la UPC, como parte de su proyecto final como futuros egresados, tuvo lugar en el Teatro Auditorio de Miraflores. 

Bajo la dirección de Sandra Jimena Poma, la historia gira en torno a Fausto, un hombre al borde del divorcio debido a un secreto, enfrentado el dilema de luchar por su matrimonio o aceptar la separación; por otro lado, Ruth lidia con la enfermedad terminal de su padre Ramón, que solo quiere aprovechar el tiempo que le queda a su manera. En determinado momento, los personajes unen sus caminos, compartiendo el dolor y la incertidumbre de la pérdida, así como la esperanza de los nuevos comienzos. 

Las actuaciones de Andrea Vizcarra, Micaela Pérez, Eduard Zapata y Álvaro Cáceda -quien también es el autor de la obra-, revelaron personajes bien construidos, con características específicas acorde a sus personalidades, y correctas caracterizaciones, apoyadas por el vestuario.

El espacio escénico: sencillo y funcional, con elementos precisos, los cambios de luz y la música ensamblan la puesta, que mantiene un ritmo dinámico de inicio a fin. Así, Un lugar para nosotros explora con humor y nostalgia la pérdida de un ser querido, el amor y el dolor que todo ser humano experimenta alguna vez. Sin duda, un inicio auspicioso para este grupo de jóvenes actores.                                                 

Maria Cristina Mory Cárdenas

6 de julio de 2025

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