Gasolina concentrada
Luna Club debuta como productora de teatro con
una explosiva obra que derrocha personalidad y estética. Las Hermanas Gasolina, de la dramaturga argentina María Paula del
Olmo, sirve para su director como una explosión concentrada (de menos de media
hora) que, aunque arranca un tanto lenta, agarra velocidad y acelera gracias a
una buena química entre sus actrices y una creciente seguridad de parte de
ellas en su comedia.
La obra, situada en una gasolinera con tintes vintage pop, permite a sus actrices explorar
personajes extravagantes y con cierto aire a caricatura de la mejor manera
posible. En una obra más larga sus recursos podrían gastarse o hasta volverse
pesados, pero la obra tiene el tiempo justo para que sus personajes vibren con
sus particulares locuras. Daniela Segura, la ‘hermana gasolina’ más errática,
es quien se termina robando el show con una construcción vocal y corporal muy
bien definida y que eleva el código cada vez que está en escena, era imposible
no reír con cada movimiento suyo. Junto a ella, Valeria Ortega le sirve como
contrapeso y voz de la razón, y Valquiria Che-Piu irrumpe entre ellas con sus
propias hiperconstrucciones y una voz que le da suficiente misterio y tinte
cómico.
Ante todo, la obra es hilarante. El ya
energético texto se eleva con las interpretaciones y química fácil entre las
tres actrices, y para cuando están las tres en escena el ping-pong se vuelve
imparable. Aun así, el tiempo para llegar a este es todavía un poco
accidentado. La dirección pudo estar un poco más presente para dar un inicio
más fluído a la situación, y que justifique de una manera un poco más clara la
fascinación de la hermana menor con la extraña que visita el lugar, quizás
aprovechando sus miradas y viajes. El contrapeso entre Segura y Ortega podría
igualmente equilibrarse para que sus códigos no se sientan demasiado alejados y
su química en texto se extienda también a la química física. Aun con esto, el
tiempo breve de la obra ayuda a que no esperemos mucho a que el show realmente
empiece, y los monólogos de las tres chicas, en especial el de Che-Piu, fluyen
bien con las partes más rápidas de texto.
Las
Hermanas Gasolina sirve como una sólida y entretenida
introducción de Luna Club al teatro. La experiencia de sus miembros en medios
audiovisuales es algo que podrían explotar más y más en futuras producciones, y
les concederá obras cada vez más dinámicas, pero que conserven la personalidad
colorida de esta primera entrada.
José
Miguel Herrera
25 de noviembre de 2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario