Mensaje animalista y en silencio
El año pasado, una simpática propuesta teatral en formato breve titulada Deseo de cumpleaños nos brindó una entrañable lección de vida; su directora, Flor de María Mori, se encargó en aquella oportunidad de escribir y dirigir la historia de una payasita que debe enfrentar, sin pronunciar palabra alguna, la ausencia física de un ser querido. Actualmente se mantiene en cartelera otra obra creada por Mori, pero esta vez asumiendo ella misma el rol protagónico de otra silente payasita en La gata que se coló en mi show, dejando las labores de dirección a L. Javier Guerrero E. en el íntimo espacio del Teatro Esencia. El resultado es un valioso y entretenido espectáculo para toda la familia, que busca la reflexión en los espectadores acerca de la empatía que se le debe guardar a los animales.
Tal como reza su título, una gata interrumpe, primero con sus maullidos y luego con su presencia, la función de una payasita callejera, robándole además el pollo que necesitaba esta para su función. Es así que comienza la “cacería” para dar con el animalito, mostrando la payasita ciertas emociones negativas, como un genuino deseo de justicia (o venganza), pero sin comprender inicialmente los instintos de la minina. Muy pertinente la trama, que invita a reflexionar sobre la situación de los animales en la calle, dentro de una puesta en escena con elementos funcionales y los recursos de luces y sonido adecuados para crear las atmósferas requeridas; pero también la historia no deja de lado la mirada hacia el trabajo del artista callejero, muchas veces menospreciado por algunas personas que no alcanzan a comprender su sacrificada labor.
Mori se muestra impecable en su ejecución escénica, como la payasita de nariz roja pintada, y es muy convincente en la tirante relación con la gata al inicio y luego, en conmovernos cuando la encuentra y entiende así el verdadero significado de la empatía. Sí se escuchan algunas voces grabadas en momentos clave, que sirven justamente para remarcar ciertas actitudes a modificar, como las de la gente quejándose por la presencia en su vecindario de la payasita y su gata; y la de esta última (quizás el momento más logrado del espectáculo) cuando le hace un importante pedido a la payasita. La gata que se coló en mi show subraya la importancia de respetar a los animales y entender que manteniendo una relación de respeto hacia ellos nos volverá más humanos.
Sergio Velarde
22 de noviembre de 2024
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