¿Quién podrá defender los 15 minutos? Parte 2
Continuamos con esta
segunda parte, que conecta con nuestra crítica anterior a la oferta teatral de 15 Minutos Teatro. Aquí las obras de su
agenda de los miércoles:
Proyecto secreto
Este es un proyecto
deja claro desde un inicio que debe ser mirado desde otros ojos. Entendiendo
que la premisa es darle visibilidad a los textos de dramaturgos emergentes,
aprovecha el formato de microteatro para plantear un juego escénico donde el
texto es el protagonista. En ese sentido, lo que más se valora de esta
propuesta es que los actores fueron capaces de entender, desde ese primer
acercamiento, hacia dónde va el texto. Después de ver este primer acercamiento,
se antoja que se construya la obra, para que deje de ser más cercano al papel,
a lo narrativo, y se convierta en algo auténticamente escénico.
NON
Es la obra que
presenta mayores dificultades, desde cómo se configura el espacio hasta el
texto mismo, que plantea demasiadas interrogantes para resolver en tan poco
tiempo. La protagonista estaba envuelta en esta maraña de preguntas y no
terminaba de resolver su personaje. La antagonista por el contrario, se
mostraba más resuelta, con un personaje más claro, donde el texto incluso se
presta para darle mayor enfoque, desde sus acciones hasta lo que expresa
verbalmente. Hace falta, desde la dirección, tomar decisiones más acertadas. Un
planteamiento de espacio escénico a cuatro frentes exige mucho más de lo que se
ofreció.
Taco y pluma
Una obra cargada de
emocionalidad, donde la historia está bien contada y los actores mantienen un
mismo registro, lo que les permite entenderse, jugar y capturar la
emocionalidad de la obra. De un realismo precioso, juguetón, podemos
adentrarnos en el conflicto de los personajes, sufrir con ellos y emocionarnos
de la misma forma. Hubiera preferido otro tipo de final, uno más cargado con
ese sentido de añoranza, de notas melancólicas que va soltando la obra, pero el
final planteado también funciona muy bien, eleva al personaje principal, lo
redime y libera de su conflicto previo.
Monstruo
Otra obra muy bien
construida, bajo otros códigos, escenas marcadas desde lo cómico, con
corporalidades en constante tensión y una dinámica muy fluida entre los
personajes. La historia es divertida y a nivel visual también tiene la solidez
suficiente como para darnos un producto completo que se puede disfrutar de
manera plena.
El balance de todas
las obras termina dejándonos una sensación positiva respecto a la oferta
teatral en 15 Minutos Teatro. Algunas
propuestas, en efecto, saben utilizar el formato y con atrevimiento creativo
logran dar resultados sólidos, claros, precisos. Al final, no todos logran
defender esos “15 minutos”, pero los que lo hacen, lo hacen bien.
Omar Peralta
25 de febrero de
2024
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