viernes, 23 de diciembre de 2022

Crítica: LAS BRUJAS DE SALEM


Juicios inexistentes

Arthur Miller, ganador del Premio Tony 1953 precisamente con la obra aquí representada, Las brujas de Salem, fue acreedor de dicho galardón debido a la reflexión sobre las implicancias personales de la persecución de formas de pensar, el honor del ser humano y el machismo de las sociedades presbiterianas. Tengo que confesar, de manera constructiva, que ninguna de estas ideas se mostró durante la función y lo detallaré a continuación.

En primer lugar, no entendí el inicio, el que consistió en muchas mujeres corriendo en un bosque muy realista, pero con diálogos incoherentes y con cantos extraños. Luego de la función, estuve leyendo la obra original y viendo algunas representaciones virtuales, y esta escena es absolutamente innecesaria: solo ayudó a generar más confusión que claridad sobre el conflicto. En general, el montaje introducía una serie de personajes tal como empieza la obra, pero de manera demasiado desordenada y sin contexto, desde el punto de vista dramático. El espectador se perdía y confieso que solo logré entender el montaje una vez que leí la obra original después. El conflicto principal gira en torno al pecado de Abigail Williams, siendo esta la amante del granjero John Proctor,  quien bebe una pócima encantada para inducirla a matar a la mujer de este. Esto último recién lo entendí leyendo y viendo otras versiones, pero durante la función solo me percaté que Abigail era la amante de Proctor. Las actuaciones de las mujeres acusadas de brujería eran totalmente confusas, pues uno no sabía de qué se les acusaba o si eran villanas o víctimas.

Me parece un poco preocupante que durante la lectura dramatizada no se hayan cuestionada una pregunta básica: ¿Se está entendiendo lo que estamos haciendo? ¿Tienen coherencia las acciones y las múltiples escenas? Miré en internet algunas versiones de Las brujas de Salem en otros países, en donde el argumento es muy claro e incluso el escenario es mucho más minimalista, pero los actores llegan a introducirnos en el conflicto poco a poco. Hay que recordar que la magia del teatro está en narrar una historia con acciones y no solo representar el libreto casi al pie de la letra. El teatro es totalmente diferente al cine o a la literatura. Menciono esto como crítica constructiva. Recomiendo que revisen detalladamente la versión en Televisión Española en el programa Gran Teatro  de 1965. (1)

Por otro lado, lo que sí debo rescatar son las actuaciones. Por ejemplo, el timbre y tesitura de la voz de los actores que representaban a los jueces fue excelente, principalmente al actor que representó al juez Hathorne. También, Ernesto Ayala como mister Hale, el alguacil, fue claro y sin monotonía; me pareció muy interesante cómo pasó de ser un personaje inquisidor a ser uno totalmente justiciero. Adicionalmente, Alejandro Tagle, como el protagonista Proctor, fue muy realista y con voz clara; su actuación final, luego de la condena a muerte, fue muy conmovedora y todo el público quedó anonadado.

Finalmente, un aspecto que sí destacó, sobre todo, fue la escenografía y las imágenes sobre el ecran; se logró ambientar un bosque nórdico propio de la obra (Massachusetts) y con un árbol y hojas muy realistas. Por otro lado, el público tendía a reírse en muchas escenas, lo cual tratándose de un drama no tenía sentido. Personalmente creo que hizo falta música y efectos de sonido de suspenso y agonía en ciertos momentos claves del montaje. De todas maneras, felicitaciones al elenco y a la producción.

Enrique Pacheco

23 de diciembre de 2022

(1) Televisión Española. Programa Gran Teatro. Las Brujas de Salem de Arthur Miller. https://www.youtube.com/watch?v=Ffnzkfbum00

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