“Somos parte de todos”
“Jauría”, obra escrita por Julia Thays, inició
temporada en el Teatro ICPNA de Miraflores. La dirección está a cargo de Jesús
Neyra.
La propuesta se materializa mediante una
performance, en la cual Anaí Padilla, Dante del Águila, Gisela Ponce de León,
Gonzalo Molina, Marcos García-Tizón y Lucía Caravedo revelan sus conflictos
como individuos, en medio de una batalla contra ellos mismos y las
circunstancias que los rodean. El movimiento, la música y el teatro se
entrelazan para mostrar algunos arquetipos (el machismo, el bullying, la falta
de aceptación, el abandono) que aún perduran en la sociedad.
Al inicio, se observa a los actores realizando
los ejercicios de calentamiento, algunos de ellos completan el diseño de la
escenografía con el uso de la pintura. Los tonos neutros y colores tierra priman
en los vestuarios; la pintura de colores representa lo más llamativo
visualmente. De pronto, el grupo se une y juntos definen la palabra ‘jauría’,
acompañados de movimientos rápidos. En adelante, cada actor interpretará su
propia historia, los demás intervienen en momentos determinados y en distintos
planos del escenario.
Cada historia es particular en intensidad y
contenido; el recurso lúdico y el juego aparecen reforzando algunas escenas.
Poco a poco se crea un vínculo con el espectador, convirtiéndose en complicidad,
al romperse la cuarta pared cuando se plantea una pequeña interacción entre los
actores y algunos miembros del público. Hacia el final, en medio de cantos, los
intérpretes nos recuerdan que aun como seres individuales, pertenecemos a una
colectividad.
Aludiendo al teatro existencialista, el
cual tiene como centro al individuo, este montaje profundiza en la lucha del
ser humano para ser y existir, a pesar del miedo, la adversidad y el egoísmo que
lo rodea; en un momento de su intervención, Gonzalo Molina cuestionaba: “¿Por
qué me tengo que construir para los demás?”, para luego despojarse
(metafóricamente) en escena de la forma en la que había sido educado en casa.
En este punto, cabe resaltar las interpretaciones actorales, las cuales se
humanizan y se concretan más allá de un personaje.
“Jauría” apuesta por un lenguaje escénico
distinto, la performance, que si bien no es muy estructurado, a través de su
libertad y estilo pretende mostrarnos los problemas actuales de la sociedad.
Maria Cristina Mory Cárdenas
12 de mayo de 2019
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