La voz de los adolescentes
El Gran Teatro Nacional fue escenario de la obra Turno, escrita por la novelista británica
Jenny Valentine y dirigida por Fernando Castro. Este proyecto fue ejecutado por
el Ministerio de Cultura, como parte del Programa de Formación de Públicos del
Gran Teatro Nacional, contando con el apoyo del British Council Perú.
Turno nace como
resultado de los talleres con adolescentes de algunas organizaciones artísticas
como Puckllay, Kaktus, el Comité Metropolitano de Estudiantes y la Red de
Instituciones Educativas del Programa de Formación de Públicos del Gran Teatro
Nacional. Precisamente, la temática de la puesta gira en torno a la violencia
de género, la violencia en el hogar, el ‘bullying’ en la escuela y la
marginación por razones socioeconómicas. Respecto al montaje, el uso de las
proyecciones, la musicalización y los vestuarios, fueron un acierto que
permitía al exigente público juvenil (en su mayoría) engancharse con la
historia.
La narrativa nos presenta a un grupo de adolescentes quienes
comparten el mismo colegio; sin embargo, están separados por el turno de la
mañana y el turno de la noche. Formando una suerte de barrera, que bien podría
distinguir el fulgor del sol para los que más tienen, y el sombrío de la
oscuridad para los menos favorecidos. En medio de una misteriosa reunión que
fuerza la unión de ambos grupos, aparece el personaje de Julia, como un ser que
nadie ve o escucha, pero es recordado por un terrible hecho de violencia del
que fue víctima (fue acuchillada por su enamorado).
Con un reparto compenetrado, ágil y dinámico, la puesta fue
muy bien recibida y claramente comprendida en cuanto al mensaje que pretendía
comunicar (remarcando valores como la unión, el amor, la solidaridad, entre
otros). La forma de recibir a los chicos de las escuelas,
familiarizarlos con el ambiente, con la propuesta, fueron detalles que marcaron
una diferencia importante en la receptividad del público adolescente.
Encuentro muy pertinente el haber realizado un conversatorio
al final de la obra, contando para ello con la presencia de Gonzalo Rodríguez
Risco, traductor de la obra al castellano, quien por cierto, imprimió un lenguaje
coloquial propio del Perú en su traducción, el cual se vio reflejado en los
fluidos diálogos de los actores; también formaron parte de esta charla una
representante de la Defensoría Municipal del Niño y el Adolescente-DEMUNA y el
elenco de la obra, quienes resolvieron algunas interrogantes de los escolares.
Una gran iniciativa para acercar al público juvenil a este
maravilloso quehacer artístico que es el teatro, y hacer que su voz pueda
resonar cada vez con más fuerza.
Maria Cristina Mory Cárdenas
23 de octubre de 2018
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