Proveniente de una familia de consumados artistas, Cecilia
Tosso es, sin lugar a dudas, una de nuestras mejores actrices nacionales con 30
años de trayectoria. “Somos un grupo ahora numeroso en la familia: la
generación comienza con mi tío Ricardo (el papá de Ricky), después el mismo Ricky y yo, ya de grande, aunque desde niña trabajaba como actriz”, afirma Cecilia.
Ella ganó el premio del público por la encuesta propuesta en El Oficio Crítico por
su destacada labor en la comedia Desnudos en la pensión dirigida por Jonathan
Oliveros el año pasado. Y es que Cecilia tuvo grandes maestros. “He aprendido
de Osvaldo Cattone, Leonardo Torres
Descalzi, Tito Salas, mi tío Ricardo, Sergio Arrau, Ernesto Cabrejos, Luis La Rocca,
Ricardo Cabrera y en los últimos tiempos, con el joven director Jonathan Oliveros,
todos excelentes profesionales”, enumera.
Su vida en el teatro
“Si bien he llevado algunos cursos, siempre me he
desarrollado con la práctica; en mis tiempos así se hacía”, asegura Cecilia. Su
primera obra profesional fue ¿Por qué no hacerlo en el sofá?, una comedia del actor
Roberto Servando, que dirigiera él mismo. “Comenzamos en El Ático, con Jorge López
Cano, mi tío Ricardo, Jorge Legrand y Paco Martin”. Si bien Cecilia posteriormente
se atrevió a dirigir (como ella misma dice) al grupo de una empresa que la
contrató, sí ha hecho mucha producción, llevando durante diez años diversas obras
a provincias. “Es ahora que nuevamente se empieza a recordar mi nombre, al
trabajar en temporada con Jonathan Oliveros, pero mi trabajo base es la de promover
y colocar funciones pre-vendidas a nivel nacional, con actrices como Yvonne
Frayssinet, Mónica Dominguez, Patricia Frayssinet, Anita Sarabia y Laly Goyzueta. Las obras
funcionan muy bien, porque el público de provincia está ávido de teatro y en
Lima no se sabe de esto, por lo que pareciera que uno no estuviera trabajando”,
afirma sonriendo.
Cecilia tuvo la suerte de trabajar con dos grandes artistas
en aquella gloriosa época del teatro de la comedia, de las que Tito Salas y
Osvaldo Cattone eran los grandes referentes. “Tito era muy talentoso”, recuerda.
“Un buen director, estupendo actor y gran amante del teatro. Hicimos seis u
ocho temporadas juntos, incluso en la época del terrorismo, cuando los teatros
se quedaban apagados por las bombas y se continuaban las funciones con velas. La
función siempre debe continuar”, rememora. De la misma manera, para Cattone,
que acaba de cumplir 83 años, solo tiene elogios: “Como compañero es
extraordinario y como director, muy puntillista y específico. Tiene muy claro todo
lo que quiere hacer, sabe qué quiere de cada uno de sus actores, insiste e
insiste hasta que llega a su objetivo". Justamente, Cecilia ha sido convocada
nuevamente por Cattone para su actual temporada, llamada La vida es color de
rosa. "Una obra extraordinaria y conmovedora, con actores de primerísimo nivel
de los que me congratulo en formar parte y además, me agrada que me vea más
gente que no me ve muy seguido (risas)”, menciona.
Son innumerables los montajes en los que Cecilia participó,
pero tiene algunos que le vienen inmediatamente a la memoria. “Con Tito Salas
hicimos Cena de matrimonios, una obra muy linda; me gustó también hacer con él La
zorra y las uvas; en el Marsano,
disfruté muchísimo hacer Relaciones peligrosas, Chismes, también Perdidos en
algún lugar, cuando las historias se podían poner por 9 meses o hasta un año”,
recuerda. Actualmente, Cecilia tiene en repertorio varias obras, como su
“caballito de batalla” Nosotras que nos queremos tanto, con Yvonne y Patricia
Frayssinet, Mónica Domínguez y Paloma Yerovi, cuando corresponde; así como seis
comedias al lado de su compañero de vida Gustavo Mac Lennan, que presentan por
todo el Perú, deliciosas y divertidas comedias que divierten y enseñan.
El género de la comedia y futuros proyectos
Todavía existen personas (e inclusive algunos artistas) que
menosprecian el género de la comedia. “¡Es que la comedia hay que hacerla en
serio!”, exclama Cecilia. “Uno no busca hacer reír, uno tiene que hacer reír
con el texto. La comedia puede ser tan deliciosa como una historia conmovedora,
el público debe conmoverse con las risas. Si se trata de hacer payasadas, pues todos
nos ponemos la bacinica sobre la cabeza.” Para Cecilia, ningún género debe ser
menospreciado. “Respeto mucho a aquel que puede hacer reír con una bacinica en
la cabeza, me parecen maravillosos los mimos, los titiriteros; cada uno en su
espacio hace su arte y el público lo agradece.”
Casualmente, Cecilia se topó en una reunión con una actriz
que dijo en voz alta que jamás ve comedias, porque eso no es teatro. “Le
pregunté ¿Y usted qué hace?, ella dijo que hacía “teatro serio”, entonces “¿qué es lo otro?”, dije yo; “no, respondió,
eso no es teatro, eso es teatro comercial”; le contesté “todos cobran entrada, porque si
no la cobran pasan sombrero, no entiendo su menosprecio, nadie trabaja gratis”;
la dama se disculpó: “no he querido decirlo así, lo siento”; “está bien, tenga
cuidado la próxima vez”, terminé.”
“Los requisitos para un buen actor de teatro son tener
talento, dedicación y estudio, en ese orden, porque muchos quieren estudiar,
otros son dedicados, pero tal vez no tienen talento”, asegura Cecilia. “Pienso
que el talento se va perfeccionando, pero uno nace con él; creo que todos
nacemos con dones para determinadas cosas en la vida. Alguien puede tener
talento para las matemáticas, para desarrollar programas de computación,
música, gimnasia; yo sé que si hubiera desarrollado mi talento natural, tal vez
hubiera podido ser una buena gimnasta. En mis tiempos no se podía, uno tenía
que estudiar y prepararse para la vida”. Cecilia no solo es actriz, sino
también comunicadora. “Profesionalmente soy especialista en el Sistema Privado
de Pensiones”.
Por otra parte, afirma que un buen director de teatro debe
“tener clara la historia que quiere contar y juntar un grupo de actores que la representen.
Ese casting es el 50 % de la propuesta. Y que el público disfrute, ya sea
conmoviéndose o divirtiéndose, participando con sus risas, sus silencios y sus
lágrimas. El actor es consciente de eso mientras participa en la obra.”
Sobre sus proyectos para este 2016, Cecilia estará en la
reposición de Desnudos en la pensión, por una breve temporada. “Además, he sido
invitada para hacer dos películas y estoy revisando tres textos para este año,
pues nos esperan en provincias”, anuncia feliz. También se prepara para iniciar
labores profesionales como
vicepresidente de Inter Artis Perú, por la que fue elegida el año
pasado. Sobre la actual temporada en la que participa, La vida color de rosa,
Cecilia asegura que uno de los personajes que le agradaría interpretar en el
futuro es el de la madre. “Es un trabajo increíble el de Grapa Paola, espero
algún día poder interpretarlo”, concluye sonriendo.
Sergio Velarde
20 de enero de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario