Teatro desde el encierro
Si bien tenemos uno de los peores sistemas penitenciarios en
el mundo, no se le puede negar a ningún preso la posibilidad de regenerarse. Una
de las opciones con las que cuentan es a través del arte, específicamente, del
teatro. Justamente, ese es el punto de partida de Frenesí, tragicomedia escrita y dirigida por Herbert Corimanya, que
se ubica no en prisión, pero sí en un teatro en el que se estará presentando un
montaje a cargo de un elenco de peligrosos reos, con textos extraídos de La vida es sueño. Ganadora de los
Estímulos Económicos para las Artes Escénicas 2022, otorgado por el Ministerio
de Cultura para las funciones itinerantes del 2023, la pieza se presentó en el
Nuevo Teatro Julieta y sus resultados colmaron con creces las expectativas.
Corimanya urde hábilmente la trama en desorden cronológico mediante
el formato metateatral, con un grupo de policías recibiendo al público que
ingresaba a la sala. Los protagonistas, Pastor (Beto Benites) y Fugaz (Walter
Ramírez), tienen sus propios planes: el primero busca la redención, luego de
cometer un par de asesinatos, para reconciliarse así con su hija (Cindy Díaz);
y el segundo quiere escapar a como dé lugar, tomando como rehén a una
espectadora que se negó a apagar su celular en función (Noelia Flores). Asistimos
además, a los ensayos previos, encabezados por un idealista y joven director (Cristian
Lévano). Las historias del pasado y del presente
avanzan en paralelo sin tropiezos y se entrecruzan de manera fluida, utilizando
la escenografía mínima y jugando con las luces en el escenario vacío.
A destacar a los sólidos actores, como la conmovedora Díaz,
la enérgica Flores y el carismático Lévano. Mención aparte para los notables
Benites y Ramírez, convincentes e inmejorables en sus roles. Benites además,
nos regala una entrañable interpretación de un otoñal Segismundo. La productora
BUTACA Arte & Comunicación viene desarrollando un conjunto de interesantes
y valiosos trabajos escénicos, que se valen de todas las posibilidades que
brindan las artes escénicas para concientizar y hacer reflexionar al
espectador. Frenesí acaso alcance uno
de sus puntos más altos, pues conmueve al presentar dramas humanos y demuestra
que aun en los lugares más oscuros, como lo puede ser un penal de máxima
seguridad, todavía existe espacio para el rehabilitación y el perdón.
Sergio Velarde
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