jueves, 29 de julio de 2021

Crítica: NO HAY MAL QUE DURE 100 AÑOS


Reflexionar, más que celebrar

Esta nueva puesta virtual en Fiestas Patrias, escrita y dirigida por el joven artista Carlos Arata, no puede tener un mejor título, pues en su evidente ironía se resume las falencias y los vicios que se han venido cometiendo en nuestra nación a lo largo de nuestra historia republicana, en la que lamentablemente primaron, y todavía priman, la discriminación y la conveniencia. Y lo más sorprendente es que resulta evidente que poco o nada se viene trabajando para revertir dicha situación. En No hay mal que dure 100 años, nos situamos en nuestro país en 1921, exactamente hace un siglo, y comprobamos con sorpresa las enormes similitudes que compartimos en la actualidad.

La historia aborda la estrecha relación entre dos jóvenes mujeres que vivían separadas y que se comunicaban mediante correspondencia, en medio del turbulento contexto político, social y además, sanitario que atravesaba el país en aquel entonces. El formato pregrabado que utiliza Arata llama la atención: conocemos la trama a través de la lectura en voz en off de las protagonistas de cada una de las cartas que se van enviando, mientras observamos solo sus acciones, gestos y miradas en pantalla. Poco a poco nos enteramos que los sentimientos que comparten las mujeres representan mucho más que solo afecto y amistad, y en aquella época este tipo de relación estaba obviamente prohibido. Arata construye así un cuadro bastante completo y fidedigno de nuestro país en su Centenario.

Muy buen trabajo interpretativo de Daniela Trucíos y Alejandra Rivera, quienes con mucho aplomo y convicción nos hacen partícipes de su imposible historia de amor. Sus voces transmiten con precisión su sentir, que es el de muchas mujeres un siglo después. La ambientación es bastante correcta y los detalles en los vestuarios y el mobiliario con el correr de los días son significativos para entender el conflicto. No hay mal que dure 100 años, presentado por Landing Creativo, es un emotivo homenaje a nuestro Bicentenario, en el que realmente más que celebrar, todos como sociedad deberíamos reflexionar si queremos una verdadera nación más justa y respetuosa con todas y todos sus habitantes.

Sergio Velarde

29 de julio de 2021

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