Explorando el lenguaje cinematográfico, pudimos disfrutar de
novedosas propuestas virtuales creadas por varios artistas escénicos, que han
encontrado en la experimentación de las herramientas audiovisuales nuevos
canales de comunicación, dentro de la programación del quinto Festival
Internacional de Artes Escénicas por la Diversidad (FIAED), valioso evento
dirigido y producido por Carolina Silva Santisteban. Dos de estos espectáculos
en línea, producidos en nuestro país, llamaron la atención no solo por su
peculiar estilo, sino además por la contundencia de sus mensajes, en favor del
respeto a la diversidad y al derecho inalienable a elegir nuestra propia identidad.
Ganadora del I Concurso Nacional de Dramaturgia LGBTIQ del
año pasado, Lo Normal de la
arequipeña Giuliana Lalich se centra en la relación que nace entre una mujer
trans llamada Leonora (Catalina Guevara) y una doctora afroperuana de nombre
Jessica (Anaí Padilla), quien la ayuda tras un accidente. La historia explora la
amistad entre estas dos mujeres, ambas pertenecientes a comunidades que sufrieron
y todavía sufren la exclusión de gran parte de nuestra sociedad, pero que
encuentran en cierta forma consuelo al cruzar sus vidas. El director Dusan Fung
consigue muchas imágenes de gran lirismo (por ejemplo, cada una suspendida en
medio del solitario océano) y un buen aprovechamiento de la dramaturgia, que luce
más efectiva cuando las actrices callan y se escuchan las voces de sus conciencias.
Muy buen trabajo de ambas actrices, especialmente la siempre convincente
Padilla.
Por otro lado, Le
Persone de Vitrubie, una creación colectiva dirigida por Mariana Palau, en
codirección con Ximena Sifuentes, encuentra su mayor fortaleza en los valientes
y desgarradores testimonios de sus intérpretes. Ítala Alcántara, Tin Saavedra,
Sebastián Sánchez y la misma Sifuentes, todos miembros de la comunidad LGBTIQ+,
nos comparten sus difíciles experiencias personales, pero también nos contagian
de esperanza, pues tarde o temprano nuestra sociedad tiene, debe, necesita desechar
el odio, la burla y la discriminación hacia todo aquello que escape de los
cánones de “normalidad” prestablecidos desde hace años. El montaje trepidante,
la música, los colores y especialmente, las palabras cargadas de verdad
convierten a este espectáculo en uno de visionado obligatorio. Hoy en día, ya
sabemos que las proporciones ideales del cuerpo humano son más complejas y
diversas que las que dibujó Da Vinci hace más de quinientos años. Felicitaciones
a Silva Santisteban por las gestiones realizadas para esta
nueva edición del FIAED, en el que se visibilizan problemáticas que rayan en el
absurdo e incluso ya superadas medianamente en otras latitudes. Nuestro país no
puede quedarse atrás e iniciativas como esta deben multiplicarse para seguir todas
y todos en la lucha. Resistiendo, porque todas y todos “somos lo que queremos
ser”.
Sergio Velarde
6 de julio de 2021
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