martes, 6 de julio de 2021

Crítica: LO NORMAL y LE PERSONE DE VITRUBIE


Soy lo que quiero ser

Explorando el lenguaje cinematográfico, pudimos disfrutar de novedosas propuestas virtuales creadas por varios artistas escénicos, que han encontrado en la experimentación de las herramientas audiovisuales nuevos canales de comunicación, dentro de la programación del quinto Festival Internacional de Artes Escénicas por la Diversidad (FIAED), valioso evento dirigido y producido por Carolina Silva Santisteban. Dos de estos espectáculos en línea, producidos en nuestro país, llamaron la atención no solo por su peculiar estilo, sino además por la contundencia de sus mensajes, en favor del respeto a la diversidad y al derecho inalienable a elegir nuestra propia identidad.   

Ganadora del I Concurso Nacional de Dramaturgia LGBTIQ del año pasado, Lo Normal de la arequipeña Giuliana Lalich se centra en la relación que nace entre una mujer trans llamada Leonora (Catalina Guevara) y una doctora afroperuana de nombre Jessica (Anaí Padilla), quien la ayuda tras un accidente. La historia explora la amistad entre estas dos mujeres, ambas pertenecientes a comunidades que sufrieron y todavía sufren la exclusión de gran parte de nuestra sociedad, pero que encuentran en cierta forma consuelo al cruzar sus vidas. El director Dusan Fung consigue muchas imágenes de gran lirismo (por ejemplo, cada una suspendida en medio del solitario océano) y un buen aprovechamiento de la dramaturgia, que luce más efectiva cuando las actrices callan y se escuchan las voces de sus conciencias. Muy buen trabajo de ambas actrices, especialmente la siempre convincente Padilla.

Por otro lado, Le Persone de Vitrubie, una creación colectiva dirigida por Mariana Palau, en codirección con Ximena Sifuentes, encuentra su mayor fortaleza en los valientes y desgarradores testimonios de sus intérpretes. Ítala Alcántara, Tin Saavedra, Sebastián Sánchez y la misma Sifuentes, todos miembros de la comunidad LGBTIQ+, nos comparten sus difíciles experiencias personales, pero también nos contagian de esperanza, pues tarde o temprano nuestra sociedad tiene, debe, necesita desechar el odio, la burla y la discriminación hacia todo aquello que escape de los cánones de “normalidad” prestablecidos desde hace años. El montaje trepidante, la música, los colores y especialmente, las palabras cargadas de verdad convierten a este espectáculo en uno de visionado obligatorio. Hoy en día, ya sabemos que las proporciones ideales del cuerpo humano son más complejas y diversas que las que dibujó Da Vinci hace más de quinientos años. Felicitaciones a Silva Santisteban por las gestiones realizadas para esta nueva edición del FIAED, en el que se visibilizan problemáticas que rayan en el absurdo e incluso ya superadas medianamente en otras latitudes. Nuestro país no puede quedarse atrás e iniciativas como esta deben multiplicarse para seguir todas y todos en la lucha. Resistiendo, porque todas y todos “somos lo que queremos ser”.

Sergio Velarde

6 de julio de 2021

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