Radiografía de nuestro contexto
¿A quién no se le quedó una obra sin
estrenar por culpa del bicho maldito? ¿A quién el coronavirus no le ha aplazado
indefinidamente un proyecto? La pandemia nos arruinó el análisis FODA 2019, nos
aplazó los estrenos y reposiciones, nos destruyó el ritmo y crecimiento de la
movida teatral… en fin, una crisis interminable que nos ha hecho patear en el
calendario proyectos que siguen esperando a realizarse o quizás migraron al
mundo virtual; sin embargo, algo no se detuvo.
Un gran amigo mío lanzó una frase
espectacular que ahora me permito compartirles: “Detener la educación es
regresar al pasado”. Contundente.
La educación no se ha detenido, ha proseguido
su rumbo a pesar de la hecatombe sanitaria. Los docentes teatrales se innovaron
y fieles, al pie del cañón, aguantaron lo que vino, mudaron sus aulas al Zoom o
al Meet, crearon grupos de WhatsApp para enviar material de apoyo en PDF y
buscaron nuevas formas para enseñar materias que parecían imposibles de ser
enseñadas por la frialdad de una videollamada. ¡Vaya usted a saber los periplos
realizados de los pobres docentes de expresión corporal! Cosa que ya era una
materia complicada en aula.
Felizmente, la formación no ha cesado en el
tiempo y las universidades, talleres y programas han seguido nutriendo a sus
deseosos alumnos que tuvieron que utilizar el “sí mágico” para creer que la
sala de su casa (en el mejor de los casos) era el aula donde, descalzos, podían
realizar las mil y un marchas que el docente requería para investigar el
movimiento de sus carnes; estos alumnos que a pesar de la adversidad, el cambio
de rutina, de espacio, al ladrido inoportuno de los perros del vecino y la peor
red de internet de Latinoamérica han sabido capear con dignidad las pruebas de
la virtualidad y completar con mucho esmero y bastante paciencia su formación,
que ni una pandemia mundial ha podido frenar. ¡Bravo!
Dramatis
peruanae
El conservatorio de Artes escénicas de la
Universidad La Salle de Arequipa no es la excepción. Este programa de formación actoral no cesó
sus actividades de enseñanza y está ad portas de regalarle a la comunidad una
promoción más de actores y actrices formados a distancia, artistas que culminan
su periodo académico con la presentación de Dramatis
Peruanae, su montaje final, dirigido por el maestro Diego La Hoz y que
lleva a las salas (virtuales) una miscelánea de textos peruanos: El de la valija de Salazar Bondy, Se administra justicia de Sara Joffré, La alegría de Mariana de Althaus, Quijote de Daniel Dillon y La tinta coronel de vuestro humilde servidor.
Esta promoción privilegiada ha realizado el
íntegro de su formación de manera virtual, lo que es un trago agridulce. Agrio,
pues a todos nos gustaría poder vernos las caras en un mismo lugar y fundirnos
en un abrazo al final de cada clase… pero a la vez dulce, ya que es una muestra
tangible que al teatro no lo para nada ni nadie y que en la adversidad, se hace
más fuerte. Es de destacar que esta promoción está integrada por personas
residentes de distintas ciudades de nuestro territorio. Lima, Piura, Cuzco y
Arequipa prestan sus habitantes a tan feliz encuentro, cosa que no hubiese
podido ser posible sin la virtualidad (porque no todo es malo).
Las obras nos permiten gozar de un panorama
nacional y su pertinente mirada sobre lo que somos como país, los artistas nos
invitan a participar de ese diálogo perpetuo sobre quiénes somos, lo que
hacemos y aquello que nos aflige.
El director de esta hazaña me ha confesado
(perdón por la infidencia, querido Diego) que ha sido todo un reto. ¡¿Y cómo
no?! Si ya llevar las sesiones virtuales lo ha sido. Es por eso que, desde su experticia,
La Hoz adapta la narrativa y la estética a este nuevo lenguaje audiovisual, el
cual todos usamos con naturalidad ahora, pero que, siendo francos, muy poco
entendemos. Es por eso que este viaje se embarca también en la búsqueda de
nuevos territorios y nuevas estéticas que la nueva (a)normalidad ha puesto
sobre la mesa para estudiar, dialogar y analizar. Seguramente las veremos
reflejadas en esta obra. En este viaje el director se encuentra asistido y
acompañado por Renato Ramírez, excelente actor arequipeño y egresado de la
primera promoción del Conservatorio.
La cuarta promoción del Conservatorio nos
espera para ver sus frutos este 7, 8 y 9 de julio a las 20:15 horas. El ingreso
es completamente libre por la plataforma de Facebook Live.
Mauricio Rodríguez-Camargo
Arequipa, 5 de julio de 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario