La nave de instalaciones escénicas
Función de estreno 24/1/19 de “Nave” de Moyra Silva
“En esta oportunidad quisimos hacer foco sobre la
construcción artística más que en la argumentación, procurando contribuir con
el desarrollo del teatro contemporáneo nacional y la generación de nuevas
experiencias en sala para los distintos tipos de espectadores”. (José Avilés,
jefe de Artes Escénicas del ICPNA)
“Nave” es una propuesta performática que pretende convertir
al público en actores, en el desarrollo escénico de este espectáculo. Un público
que está durante toda la “obra” en escena, tratando de construir dentro de su
acostumbrada cotidianeidad en un espacio extracotidiano, apelando a su memoria
emotiva que la directora quiere lograr para llegar a la emoción, pero no lo
consigue, porque la reacción de los participantes inicialmente es de
incomodidad y luego, son cautivados por las dinámicas y concursos de cultura
general y emocional.
Son varios cuadros, en donde los ayudantes de escena son los
encargados de guiar a los nuevos actores, es decir, al público, que es separado
previamente en grupos por letras. Uno de estos cuadros consiste en que un grupo
es sentado en una mesa y luego, sus ojos son vendados por otro, el cual les
hace oler diversas frutas o verduras y el que desee, las ingiere. Ninguno de
esos olores llega al público; lo que se percibe es la incomodidad de ser
expuestos ante los demás. Además, el privarlos del sentido de la visión limita
en muchos de ellos una reacción emocional, que es finalmente el objetivo y
justamente, en esa escena, es la única donde una actriz está por breve tiempo
guiando in situ a los nuevos actores a mover las manos, abrazarse y besarse con
el que está a su lado. Después de acabado este cuadro, la actriz sale para no
regresar.
En otro cuadro, se invita a todos los asistentes a circular
por espacios que están plagados de hermosas instalaciones cargadas de belleza, y
en el que los nuevos actores vuelven a su condición de público y ellos, muy
felices, pues transitan por estos espacios, en donde luz y sombra crean
imágenes surrealistas, como diría Adolphe Appia: “…la luz habla…”.
La disposición del espacio es interesante e interactiva, se
le saca provecho al espacio del ICPNA para crear buenas atmósferas visuales.
Las nuevas formas de hacer teatro están brindando la
posibilidad de crear nuevos lenguajes escénicos, robándole a las artes visuales
y escénicas, y aunados a la avasalladora tecnología, nos da infinidad de
propuestas. Pero la dramaturgia, que es el eje conductor dramático, debe estar
bien clara, para que el producto escénico sea comprendido, al margen del tipo
de propuesta que se vea. Si ese aspecto no está claro, veremos chispazos de
algo que se pueda decodificar y eso es lo que sucede con “Nave”: en los 45
minutos que dura el trabajo, teniendo como actores al público, carentes de vida
sobre la ficción escénica, hacen de este una dinámica teatral psicológica, donde
la emoción tornándose forzada no aflora catárticamente.
Consejo: Se debería crear un código actoral para los
ayudantes, para que así guíen y protejan mejor al público, especialmente a los
adultos mayores o a los que no desean participar. Recién uno se entera cuando
lee en el programa de mano de Folk: “Trae ropa y zapatillas cómodas, porque te
vas a desplazar” y si se acude en tacos o en bastón, la suerte está echada.
Dra. Fer Flores
25 de enero de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario