jueves, 29 de mayo de 2014

Crítica: KARAMAZOV

Literatura realista en escena. 

Los hermanos Karamazov (1880), última novela escrita por el ruso Fedor Dostoievski, es una de las más brillantes obras de la literatura realista y universal. Ha sido adaptada para teatro recientemente, por los directores Heidi Stillman (Chicago, 2008) y Ricardo Camacho (Bogotá, 2013). Esta vez, la dramaturga y directora Mariana De Althaus se lanza a dirigir su propia versión, que alcanza en el Teatro de la Universidad del Pacífico proporciones épicas, a pesar de habernos acostumbrado a montajes más bien íntimos, repletos de personajes disfuncionales, como Entonces Alicia cayó (2011), El lenguaje de las sirenas (2012) y El sistema solar (2012), por citar algunos ejemplos. De Althaus menciona en el programa de mano que cualquier adaptación al teatro de la novela de Dostoievski sería una traición, por lo compleja y dramática que evidentemente es la historia. Sin embargo, podemos afirmar que esta adaptación llamada simplemente Karamazov, sale airosa de su pase al lenguaje escénico, con sólidas actuaciones y un ritmo que no decae en ningún momento, en sus casi tres horas seguidas de espectáculo sin intermedio.

Para quienes no han leído la novela, la inmortal obra de Dostoievski abarca temas tan extremos como las grandes preocupaciones éticas y religiosas que aquejan a los personajes. El crimen perpetrado contra Fiodor Karamazov (Gustavo Bueno), un padre borracho y despreciable, enfrenta a sus tres hijos: el violento Dimitri (Rodrigo Sánchez-Patiño), el racional y escéptico Iván (notable Sebastián Monteghirfo), y el noble Alexei (Fernando Luque). Al igual que en su otra obra capital, Crimen y castigo, Dostoievski plantea el asesinato como un execrable hecho que se enfrenta como delito en la ámbito civil; y como pecado, en el religioso. También intervienen en el drama Smerdiakov (preciso trabajo de Gabriel Iglesias), el hijo no reconocido del difunto; y dos bellas mujeres que ponen en jaque a los hermanos, Grushenka (Katerina D´Onofrio) y Katerina (Lizet Chávez).

El Oficio Crítico acudió a la función de pre-estreno de Karamazov; y si bien existían todavía muy escasas confusiones sobre las entradas y salidas, y algunos excesos de energía que dañaron algún mueble, por parte de los actores, estos lograron un extraordinario trabajo coral. A destacar las presencias del veterano Enrique Victoria como el criado Grigor, y Emilram Cossio como Snieguirov, el padre en busca del honor perdido; ambos aportan carisma y humanidad a sus personajes. La escenografía, realizada íntegramente a base de madera, y el vestuario, impecables. Algunas secuencias, como el enfrentamiento de Ivan con el Diablo (Gonzalo Tuesta) o la revelación del crimen, resultan memorables. Karamazov es un nuevo triunfo de Mariana De Althaus, de quien podemos afirmar que “su ingenuidad y su propia pasión karamazoviana”, fueron suficientes para hacerle justicia a la inmortal obra de Dostoievski.

Sergio Velarde
29 de mayo de 2014

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