Pieza de lujo en cartelera independiente
Así como el Teatro Británico inició su temporada 2014 con la apreciable
Frankie y Johnny en el Claro de Luna, el Centro Cultural El Olivar deja la
valla demasiado alta con el estreno de El camino a La Meca, notable pieza del
dramaturgo sudafricano Athol Fugard. Dirigida con precisión y cuidado por
Mikhail Page, la puesta en escena comienza con un video de La Casa del Búho, un
museo ubicado en Nieu-Bethesda en Sudáfrica, lleno de esculturas de cemento,
vidrio y alambre hechas por la solitaria viuda Helen Martins (Niemands en el
montaje). Lo que parecieran ser simples y variadas figuras, todas ellas
apuntando al Oriente (a la Meca), cobrarán posteriormente vital importancia
dentro de la historia, convirtiéndose en un clarísimo canto al arte y a la
libertad que se logra a través de él.
Ambientada en 1974 en pleno Apartheid, Helen (Milena Alva) se aísla de la
estricta sociedad que la rodea para dedicarse a su obra escultórica, abandonando a su iglesia,
pero también creando un latente peligro, pues sus facultades físicas y mentales
poco a poco van deteriorándose debido a su avanzada edad. Un amago de incendio
provoca la visita del pastor Marius (Alfonso Santistevan), que busca internarla
con su consentimiento en un asilo de ancianos, pero la sorpresiva llegada de la
maestra Elsa (Michella Chale), amiga y confidente de Helen, podría hacerla
cambiar de parecer. Los casi 120 minutos de espectáculo, en dos actos sin
intermedio dentro de un mismo espacio, no se sienten, pues los diálogos son interpretados
con espontaneidad y convicción por el destacado elenco.
Alva y Santistevan están extraordinarios en sus papeles, manejando muy
bien sus emociones y aprovechando los silencios para generar suspenso. Pero es
Chale quien sorprende con una sobresaliente actuación, confrontando a Helen
sobre las retrógradas prácticas discriminatorias en su localidad, para luego
revelar su propio drama personal. Athol Fugard, considerado como el
dramaturgo-activista más grande de habla inglesa del mundo actual según la
revista Time, logra un contundente llamado de atención a la política opresora y
clasista, así como un logradísimo poema hacia las artes, como único camino
hacia la libertad espiritual. El camino a La Meca, llevada a escena por Bunbury
Teatro, es una pieza de lujo en nuestra cartelera independiente. Imposible
perdérsela.
Sergio Velarde
12 de marzo de 2014
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