Crítica: CHURI, HIJO DEL RÍO

Los títeres son para grandes y chicos 

Churi, hijo del río es la adaptación de una novela que nos revela el origen mítico de la selva. Junto a Trama Producciones, el impecable trabajo de MariaLaura Vélez y Martín Molina (de Tárbol Teatro de Títeres) nos emociona una y otra vez con sus personajes e interpretaciones; lo que ofrecen es una recreación del mundo, a la par que generan el universo para nosotros.

Así, observamos en escena la aventura de Churi, hijo humano de la Yacumama, que es la llamada serpiente madre del agua. Como él tiene mucha curiosidad por el mundo exterior, se embarca en un viaje donde conoce muchos amigos y nuevos lugares que lo sorprenden e inspiran. Por eso, su historia nos permite apreciar este deseo de saber, que a veces podemos ver con cierto temor por ser una motivación de adentrarse en lo desconocido: pero es justo por ello que Churi encuentra más felicidad finalmente, debido a que sale a la superficie y decide conocer más. 

Esperamos que la obra sea presentada nuevamente, pues la temporada es corta, aunque es una producción que merece llegar a mucho público. Son este tipo de proyectos los que unen interés por la cultura y gran sensibilidad, por los temas que toca y la dedicación a sus espectadores. Si bien se encuentra dirigida a niños y niñas, también puede ser disfrutada por adultos; el ambiente fantástico en el que se nos sumerge es uno al que podemos regresar siempre con espacios como estos. 

Nos mantendremos pendientes de las novedades de Tárbol y Más Arte Teatro, con mucha expectativa frente a sus futuros proyectos y siempre felices de participar de su magia y alegría.

Jimena Muñoz

25 de diciembre de 2025