domingo, 23 de noviembre de 2025

Crítica: LOS ZORROS


Los zorros de abajo 

La propuesta, dirigida y protagonizada por Edú Gutiérrez, pone en escena la rutina de un trabajador informal, mostrándonos el sufrimiento que lo aqueja, pero también sus modos de escape. Con el apoyo de Colectivo Ambulante, a lo largo de cuarenta minutos somos testigos de una cotidianidad difícil, y de la que, como en la vida real, tendemos a ser meros espectadores. La soledad del protagonista se expresa justamente en ello, y que se intensifica por el juego con los elementos estáticos. Lo que tenemos es una mesa, que se convierte en asiento, techo y carretilla; pequeños juguetes que se expanden, al contacto con luces y proyecciones, volviéndose personas y materiales. 

La expresión corporal del actor se carga de mayor vida, frente a lo que halla junto a él, mientras trabaja, vive y sueña como todos sus días. Considero que este tipo de proyectos son necesarios siempre, pues enfocan nuestra visión para reconocer los problemas que atraviesan los demás. Creo que con el teatro tenemos la oportunidad de conocer otras vidas, y verlas puestas ante nuestros ojos, por lo que una obra como Los zorros tiene la capacidad de generar mayor empatía y reflexión. 

Si gran parte de la gente que ha vivido a lo largo de la historia lo ha hecho en malas condiciones, es justo e imprescindible que sus historias sean también representadas: se nos ofrece en esta obra realidad, pero que igual se nos presenta cargada de esperanzas, fuerza y vitalidad. 

Jimena Muñoz

23 de noviembre de 2025

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