martes, 17 de junio de 2025

Crítica: PROYECTO UGAZ


Cuando la verdad es una mochila pesada de cargar

Dos mujeres sobre el escenario, en lo que parece ser una oficina, comienzan a hablar sobre una situación en particular, nada que en un principio parezca serio, pero poco a poco vamos entendiendo que es la reconstrucción de una escena que dará inicio a toda la trama, vamos comprendiendo que se trata del proceso creativo de dos artistas que intentan escenificar la vida de la periodista Paola Ugaz. Así comienza la obra de las dramaturgas y actrices Rocío Limo y Vera Castaño, bajo la dirección de Diego Gargurevich. Una obra que desde el primer instante te deja con la sensación de que no se trata de una puesta en escena más, sino una que nace de la inconformidad, de esas ganas de levantar la voz y demostrar que el teatro puede decir mucho cuando se lo propone.

Con una escenografía sencilla y precisa, Proyecto Ugaz utiliza la tecnología para ayudar a contar la historia de una manera distinta, más ágil y real. Una pantalla de televisor en la que se ve fragmentos de noticias importantes de la época, un ecran donde se proyectan videos de Paola, lo cual ayuda a que el espectador empatice más con ella al enterarse de ciertos aspectos de su vida personal. Vemos a una Paola que asume el desafío de ser madre mientras se enfrenta a los hostigamientos y amenazas por parte de miembros del Sodalicio, una Paola bastante humana en muchos aspectos.

A medida que la obra avanza, se nos muestra cómo el poder y la impunidad muchas veces van de la mano, es una secuencia de injusticias cometidas no solo contra ella, sino también contra otras personas de su entorno, una constante persecución. El hecho de que sea basada en sucesos reales lo hace todo aún más impactante, mantiene al público en contante tensión, pero a la vez se intercala con momentos de cierto alivio; además, que la historia se nos sea narrada desde la perspectiva de dos actrices que están recopilando datos nos ayuda a ubicarnos también en su lugar y tomar cierta distancia de los acontecimientos para no saturarnos, pero igual involucrándonos. Es un recurso bastante ingenioso y que pocas veces he visto antes. Sin embargo, no fue algo gratuito, pues uno de los aspectos que mueve a la obra tiene que ver con que la periodista quería ser actriz cuando era niña, es a partir de ahí que se nos plantea la premisa de entender cómo se relaciona el teatro con el periodismo, una relación que quizás no muchos habían pensado, pero que a medida que la obra avanza se hace cada vez más evidente; de hecho, como dijo la misma Ugaz, no había mejor manera de contar su historia que a través de una obra de teatro. Ambas disciplinas tendrán maneras distintas de contar historias, pero fusionadas logran reconstruir y representar una historia aún más potente.

Proyecto Ugaz es de esas obras que no temen incomodarte al mostrarte las cosas como son, que no temen abarcar un tema reciente que quizás en algunos cause ciertos reparos, un tema que ha ido tomando fuerza con el tiempo gracias a personas como Paola. Una obra de teatro que es una sacudida a la memoria, un llamado a no olvidar lo acontecido para no permitir que vuelva a pasar, así como un llamado a estar atentos a las constantes injusticias que se dan y cómo el teatro aún tiene tanto por decir y para ofrecer.

Barbara Rios

17 de junio de 2025

No hay comentarios: