miércoles, 3 de abril de 2024

Critica: VESTIDO DE PIEL


Un viaje onírico en la escena contemporánea

Un espectáculo de circo y danza está cautivando al público del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Se trata de Vestido de piel, un viaje sensorial que narra cómo cuatro mujeres están en camino a redescubrirse. La vestimenta resulta ser una metáfora y punto de partida en el proceso de estas, quienes se enfrentan a una deconstrucción de identidad. Vestimentas encarnan capas de ropa, capas del ser, las cuales conforman construcciones aprendidas a lo largo de su vida. El objetivo es, precisamente, encontrar la esencia, representada bajo la idea de un vestido de piel. La dramaturgia y dirección está a cargo de Camila Vera Pinzás, y el elenco de intérpretes está conformado por Irene Laynes, Belén Camasca, Fernanda Luna e Iserr Torrijano. 

La Compañía Silvestre trae a escena una propuesta innovadora que combina la técnica del circo contemporáneo y la danza. Las intérpretes, a través de coreografías y acrobacias, logran contar una historia sin la necesidad de un texto interpretado. La historia llega al espectador a través del movimiento, las calidades de energía, los cuerpos interpretando, el uso de elementos escenográficos apropiados por las artistas en escena, entre otros recursos. Un componente importante que conformó esta propuesta fue la construcción de un ente, un gran montón de prendas con vida, presencia y movimiento del cual entraban y salían las intérpretes durante la obra. Esta decisión fue importante en la historia, pues se entendía la jerarquía de la ropa y su lugar ante la búsqueda de las actrices. Debe tener una mención importante que la música, dentro de esta propuesta, resulta ser de los elementos que más ayudan a integrar y unificar la representación de principio a fin.  

Vestido de piel resalta entre los espectáculos en temporada en la ciudad debido a que representa un montaje con un nivel técnico impecable, además de tener una narrativa clara y estimulante. Considero que la propuesta es muy clara y con un poder movilizador potente, pues permite una libre interpretación de parte del espectador al estar frente a la búsqueda de las intérpretes. Las contradicciones y el drama que conforman la obra son factores que permiten conectar rápidamente con lo que sucede en escena momento a momento. El espectador, ante ello, tiene la tarea de dejarse llevar por la representación -desde la sensorialidad-, pues se le acompaña a recorrer referentes de identidad, de búsqueda, de conflicto y de reconocimiento personal. Si bien es un espectáculo que exige concentración y atención plena del público asistente, el resultado final es una experiencia única y personalizada de sensaciones, imágenes, referentes y vínculos vigentes. 

Stefany Olivos

3 de abril de 2024

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