Los conflictos amorosos que nunca faltan
El Teatro Auditorio de Miraflores dio lugar
recientemente a la obra Mi persona
favorita, escrita y dirigida por Gianfranco Mejía. La historia nos presenta
a Gianina y Paulo, una joven pareja que lleva cuatro años juntos. La relación últimamente no está yendo bien, por lo
que deciden conversar en la noche. Sin embargo, en el transcurso del día, la
aparición de un viejo amigo de ambos causa confusión en Gianina, quien se
cuestiona muchos aspectos de su relación de pareja. El elenco que da vida a esta obra está
conformado por Natali Zegarra, Alexis Arteaga y Jorge “Coco” Gutiérrez.
La representación se inicia en la
cotidianeidad de una mañana en la casa de la pareja. El día va iniciando y, en
medio de percances laborales, se desata una discusión. Se da la información
suficiente como para saber el estado decadente de la relación, además de crear
las expectativas de la conversación pendiente que Gianina y Paulo quedan tener
en la noche. La situación se complica
con la llegada de Omar, un amigo de ambos, pues se va descubriendo que él
siempre estuvo enamorado de la protagonista. La obra se
constituye de conversaciones íntimas, con detalles de la historia de los personajes,
aunque sin mayor dinamismo en cuanto a saltos temporales o cambios de espacios
en escena. Esta propuesta da la oportunidad de conocer un poco más del mundo
interno de los tres personajes, incluyendo sus contradicciones y conflictos por
resolver.
El texto propone situaciones que sacan
inevitablemente risas y suspiros a los espectadores, gracias a la vigencia de
las emociones demostradas por los personajes. Sin embargo, considero que
algunos textos (especialmente en los monólogos) se encuentran aún con tropiezos
de información, con aspectos de mejora. En ese sentido, considero que el personaje de Gutiérrez no estuvo del todo
desarrollado, teniendo algunos vacíos de información y procesos frente a las
situaciones presentadas. No obstante, destaco el trabajo de Zegarra, quien supo
liderar y sostener el desarrollo de la obra, a pesar de algunos tropiezos
propios de una ligera desconcentración actoral.
La historia desarrollada en la obra genera
empatía inmediatamente, debido a que se centra en un tema tan universal como
puede ser estar en una relación de pareja. Sin embargo, al ser una materia tan
amplia, le quita lugar a la especificidad en escena. No obstante, es posible
conectar con los conflictos y emociones encontradas de los personajes, pues
posiblemente cada espectador ha podido atravesar por vicisitudes parecidas en
la temática propuesta.
Stefany Olivos
30 de diciembre de 2023
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