Las nuevas generaciones de comedia que no le temen al poder
Sin
motor ni motivo, toneras calientes 2023, una
creación colectiva de La Maldita Compañía escrita por Augusto Gutiérrez, bajo
las actuaciones de Diego Pérez, Daniela Zea, Andrea Brissolese, Brayan Pinto y
Sebastián Ramos, producida por Claudia Castro y Daniela Palma, y codirigida por
Vanessa Zeuner y Micaela Vadés en El Galpón Espacio.
Durante los últimos años vienen
aconteciendo situaciones particulares sobre la comedia en nuestra sociedad que
han llamado mi atención; una de ellas, la polémica del “humor negro” en el Perú.
Nos encontramos en tiempos en los cuales hemos agudizado nuestro sentido
crítico sobre aquello de lo que nos reímos, y el humor juega un papel
importante en las revoluciones epistémicas que vienen impulsando hoy nuestros
sectores populares, pueblos originarios, movimientos feministas, diversidades
sexuales y comunidades de personas con discapacidad en nuestra sociedad; luchas
que nos recuerdan la importancia de reconocernos y empatizar con el dolor de le
otre, pues aquellos “negros”, “serranos” ,“charapas”, “coneros”,
“provincianos”, “flakitas”, “maricones” e “inválidos”, venimos hoy visibilizando
con más frecuencia nuestra opinión dentro de las narrativas escénicas en el
Perú, debido a que, en muchos casos, nuestro espectáculo aún insiste en
recurrir al racismo, el centralismo, el clasismo, el machismo o el capacitismo
como motor creativo de nuestros repertorios. “Los cómicos ambulantes”, “La
paisana Jacinta” o “Hablando Huevadas” son algunos ejemplos de puestas en
escena o personajes que se han visto envueltos en situaciones, en las cuales nuestras
mismas comunidades se han manifestado diciendo: “¡No nos gusta que se burlen de
nosotros!”. En este orden, no es suficiente hablar de una comedia “buena” o
“mala”, pero sí de una comedia “funcional”: si la risa nos empodera, ¿para qué nos
está empoderando la risa hoy? ¿Para reírnos de los débiles o de los poderosos? ¿Para
atravesar las adversidades en comunidad o para terminar de humillar a quienes
ya vienen siendo golpeados fuera de la ficción? ¿Para acercar o terminar de
dividir a nuestro ya fragmentado país? Hacer reír en el Perú debería aspirar
siempre a ser un arte en la humilde mirada de nuestro maestro Ernesto Ráez
(2015): “(…) el arte es el espacio del
desafío de uno mismo para entregar ese algo distinto a los demás, para hacerse
comunes, para caminar en conjunto, para convivir.”
En este contexto, Vanessa Zeuner y Micaela
Valdés, junto al equipo de La Maldita Compañía, se arriesgan en cuestionar esta
“institución de la risa” en donde la humillación y la burla del más débil parecen
ser la norma y la regla bajo la que se escribe todavía gran parte de nuestra comedia
popular; me parece admirable la sensibilidad de Zeuner como mujer y directora
de teatro afroperuana, quien afirma: “Para
nosotras fue muy importante tener un texto fijo para cuidar estos detalles, que
realmente se note que es una crítica y que no nos estamos burlando”, a
quien secundo con el discurso de la poeta y cantante travesti argentina, Susy
Shock: “Cuando no nos matan, cuando no
nos persiguen, hacemos cosas maravillosas…”
La obra nos sumerge en un divertido juego
de casi dos horas que, través de sketchs que hablan sobre la muerte, el amor y
la familia, nos cuentan historias sobre peruanos del día a día, que nos llevan
de manera amable y divertida a reflexionar sobre “lo chistoso” en el Perú haciendo
uso de recursos escenográficos, audiovisuales, coreográficos y actorales inspirados
en la convivencia del ciudadano de clase media en la urbe limeña, la fiesta
popular y la cultura digital: ¿Somos realmente dueños de nuestra risa? ¿Reímos
de lo que queremos o de lo que nos han enseñado a reír? ¿Podemos ser capaces hacer
un “humor negro” que no destruya en el camino, la dignidad de quienes ya vienen
siendo destruidos históricamente? A propósito, la codirectora Valdez reflexiona:
“Creo, que con todo el equipo intentamos
ser muy conscientes de que no queremos ser parte del problema, sino más bien,
mostrar distintas realidades y desde nuestra posición que también es
privilegiada, preguntarnos: ¿cómo podemos mostrar estas historias sin dejar de
hablar de lo otro?”
Sin
motor ni motivo, toneras calientes 2023 finaliza su
temporada este sábado 29 de octubre, desde este humilde espacio del espectador,
esperamos su reposición en el año 2023 y aplaudimos con alegría y esperanza esa
comedia peruana que, sin perder su frescura y el espíritu poético de la
creación, se arriesga a generar un discurso político valiente capaz de
empatizar con la reconquista de nuestros derechos y no agachar la mirada ante
quienes pretenden arrebatárnoslos.
Referencias:
Ráez, E. (20 de octubre de 2015). Intervención en la XXVI Muestra Nacional de
Teatro Peruano. (L. Ramirez, Entrevistador)
Shock, S. (21 de julio de 2018). "Ramita Seca" con Andrea Bazán en
Festival SAL. Santo Antonio do Leite, Brasil.
Zeuner, V., & Valdéz, M. (22 de Octubre
de 2022). Entrevista a Vanessa Zeuner y
Micaela Valdés - Función de la obra de teatro "Sin motor, ni motivo -
Toneras talientes 2023". (L. Ramirez, Entrevistador)
Lucho
Ramirez
25 de octubre de 2022
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