Un cómplice y casual encuentro
Bajo la producción de A Toda Costa
Asociación Cultural, se estrenó esta semana por una breve temporada Beso de Alacranes, obra teatral escrita
por la autora uruguaya Sandra Massera y dirigida por Augusto Mazzarelli. La
puesta se está presentando en el Teatro de Lucía, en Miraflores.
Con las intensas y sólidas interpretaciones
de Giovanni Arce y Verónica Miranda, la narrativa nos presenta a un hombre y a
una mujer que se encuentran casualmente en un paradero de autobús, dos
desconocidos que aparentemente solo tienen algo en común: la espera. Dos seres
humanos que contra todo pronóstico deciden hablar y sin querer, descubren una
conexión a través de sus confesiones. ¿Será que en estos tiempos es más fácil
confiar en un desconocido? ¿La comunicación entre los humanos se facilita
cuando se revela ese lado más instintivo? Son algunas interrogantes que surgen
de este fascinante texto, que nos moviliza y nos invita a la reflexión sobre
distintos temas como el amor, la felicidad, la vida y la muerte.
La sencillez de la escenografía,
coherentemente acoplada con los efectos sonoros, las luces y la musicalización,
permite al espectador centrar su atención en este diálogo honesto y
surrealista, que supera las premuras del tiempo y el miedo a lo desconocido. En
esta conversación de dos se apertura la confianza -cuestión que considero se ha
perdido en la actualidad-, se permite que la fragilidad humana y el instinto
animal convivan, se mezclen y den como resultado el desahogo que estos
personajes requerían.
Beso
de Alacranes es una valiosa y cuidada puesta en
escena, cuyo texto franco y metafórico nos reta como público a observar más
allá del hecho escénico, a trascender el significado de un encuentro inesperado
que pone en la palestra el lado más vulnerable del ser humano, fundiéndolo con
ese innegable lado salvaje y animal del que estamos hechos.
Maria
Cristina Mory Cárdenas
14 de octubre de 2022
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