Juegos sin reglas
Una divertida comedia es el punto de
partida para revelar las distintas perspectivas de temas como la paternidad,
los vínculos amorosos y el compromiso. Game over, escrita y dirigida por Jorge
Pecho, sumergió a los espectadores en el mundo de los videojuegos, exactamente, el del mítico Mario Bros, rescatando a dos de sus personajes Bowser y la Princesa Peach, esta vez, encarnados por Johan Escalante (Gowser) y Liz Roggero
(Princesa Beach).
El curioso e hilarante panorama que propone
Pecho inició con música e imágenes del videojuego, las cuales sitúan al
público en este universo, hasta que aparece el personaje de Roggero,
resolviéndose con acierto la transición de la presentación al desarrollo de la historia.
Como refirió el dramaturgo y director, en un breve conversatorio al término de
la transmisión, los diálogos y el hilo conductor de la trama surgieron mediante algunas
improvisaciones, que aunadas al imaginario de la narrativa, dieron como
resultado una suerte de discusión entre los personajes acerca de la posibilidad
de convertirse en padres. Con el humor presente en todo momento y el uso
preciso de los gags, se logró sostener el juego y la tensión entre ellos.
Respecto a las interpretaciones, cada actor, desde su espacio, pudo construir una realidad creíble, notándose este detalle desde sus caracterizaciones hasta los elementos de utilería. Asimismo, los dos
mantuvieron el control y agilidad en ritmo de la propuesta, resolviendo
correctamente en cada una de sus intervenciones.
Game over fue una entretenida y picante comedia,
que sin caer en el chiste fácil ni en los excesos, puso sobre la mesa algunas creencias sobre las parejas que podrían parecer incompatibles; sin
embargo, en este juego quedó demostrado que las reglas para el amor no
existen.
Maria Cristina Mory Cárdenas
15 de marzo de 2021
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