lunes, 16 de noviembre de 2020

Entrevista: GESSY COCHACHI, LUIS GOLDING, JONATHAN OLIVEROS, GERARDO FERNÁNDEZ y JORGE PECHO


“Ya no hay excusa para no hacer.”

JYOTIS producciones y Espacio Teatro Esencia se alistan para presentar un díptico virtual llamado Bye Bye, Amor, compuesto por dos microobras que tienen en común una particular mirada hacia aquel necesario sentimiento que acaso nos vuelve más humanos. Estos das puestas en línea llevan por título El beso de Afrodita, escrita y dirigida por Jorge Pecho y La cita perfecta, escrita y dirigida por Gerardo Fernández. Oficio Crítico conversó con ambos autores directores, además de los actores que participan en dichas microobras: Gessy Cochachi, Luis Golding y Jonathan Oliveros.

Jóvenes valores

Gessy Cochachi es la protagonista de La cita perfecta, al lado de Jonathan Oliveros. Ella ha estudiado con reconocidos profesores del Centro de Fomación Aranwa, como Janncarlo Torrese y Renato Medina-Vasallo, así como los maestros Celeste Viale y Jorge “Coco” Chiarella. “De Coco rescato su experiencia, tiene cada historia y él recuerda todos los hechos que ha pasado, dentro de su aprendizaje, de su experiencia, tiene recomendaciones puntuales y es lo que me encanta”. Además, asegura que Viale es mucho más directa y le interesaría llevar un taller de monólogos con ella. “Ahora estoy con Daniel Dillon, él es como mi coach,” comenta Gessy, quien tiene ya en mente varios proyectos. “Como actriz, sigo estando en formación, sigo preparándome, aprendiendo y eso me encanta; sé que en algún momento voy a poder enseñar a otros.” Lamentablemente, su taller con Leonardo Torres Vilar quedó en stand by por la pandemia y deberá esperar hasta el siguiente año. “La técnica Meisner (del Taller) me parece súper interesante, es olvidarte del objetivo, solo que te afecte el otro; justo estoy llevando un curso con Yoska Lázaro, maestro argentino de la técnica Meisner.”

Por su parte, Luis Golding, nominado por Oficio Crítico en 2018 por Chami y la Ciudad Dorada y ahora protagonista de El beso de Afrodita, menciona que ha aprendido mucho más hasta ahora, en la misma práctica, con cada director con el que trabaja. “Yo diría que el principal ha sido Gerardo Fernández”, asegura. “Él tiene una forma de dirección muy particular, que de verdad me ha llevado a crecer un montón, a descubrir mucho este tema de actuar, con la técnica y con su dirección siempre muy acertada, me derriba mis ideas para cuestionarlas y para llegar a acuerdos interesantes”. Luis ha trabajado con la directora Sofía Rebata y hace poco, intervino en el musical Sin tu permiso, con canciones originales y dirección de Ken Berrospi. “Fue súper interesante, muy diferente a todo lo que estaba acostumbrado hacer.” ¿Es diferente actuar en un proyecto virtual? “Para Chami en formato online fue interesante ver cómo los personajes se enriquecían un montón y mutaban en el proceso y hasta la misma propuesta se enriqueció un montón.” Luis rescata el aprendizaje que significa sacar adelante un proyecto virtual. “No solamente somos actores, somos camarógrafos, escenógrafos, ayudantes de iluminación; son un montón de detalles que tenemos que entender para presentar una obra en lo virtual, y eso es algo súper interesante, porque nos enriquece un montón.”



Cambio de planes por pandemia

La crisis sanitaria obligó a toda la comunidad teatral a replantear todos sus proyectos programados a inicios del año. Actor y director, Jonathan Oliveros (nominado por Oficio Crítico el año pasado por su destacada participación en La loca del Frente), por ejemplo, tuvo que posponer el restreno de la mencionada obra, así como espectáculos con sus alumnos de Liberarte, su escuela para jóvenes con habilidades distintas. “Pero los he ido desarrollando de manera virtual; bueno, ahora todo el mundo está desde su casa de manera virtual”, reconoce Jonathan, quien además se define como antitecnológico. “Pero ahora ya aprendí a hacer Zoom y a manejar todas las herramientas virtuales que nos sirven hoy, porque tenemos que aprender hasta que volvamos a la normalidad.” Jonathan viene trabajando con total libertad sus propias producciones de corte virtual con su compañía de comedias. “Voy a sacar a fines de noviembre un proyecto con los chicos de Liberarte, que sería su primera obra de teatro virtual; estamos replanteando todo.” Agradece, además, el haber sido convocado para actuar en La cita perfecta con Gessy y ser dirigido por Gerardo. “Este trabajo está muy bacán, es una cita perfecta que no se pueden perder.”

Para Gerardo Fernández, ganador del premio del Jurado de Oficio Crítico en el 2018 por su labor de dirección en Chami y la Ciudad Dorada, el cierre de los teatros significó también un cambio radical de planes. “Teníamos un proyecto justamente con Jorge (Pecho), una obra llamada Eternos, que también tenía que ver con la mitología; pero en esta codirección que estábamos haciendo siempre diré que el señor Pecho es un caballero y yo soy la bestia.” Ese proyecto quedó trunco, así como el reestreno de su musical Anastasia, que presentara originalmente en 2017. “Pero creo que las cosas suceden por algo,” reflexiona Gerardo, quien no perdió tiempo para actualizarse y adaptarse a los nuevos formatos. “El teatro presencial es maravilloso, lo extraño; es más, me duele, porque pago todos los meses un alquiler por mi sala de teatro.” Sin embargo, reconoce que tiene beneficios, como por ejemplo, el que le permite llegar a lugares a donde no había llegado antes. “Pudimos llevar a Chami a Chile y la sintieron con mucha fuerza.”

“Te soy sincero: yo había dicho que no iba a hacer nada este año,” confiesa Gerardo. “Pero como soy un salvaje, me desperté un día y dije que voy a hacer teatro, quiero hacer esta obra, La cita perfecta, que la tenía ya escrita un buen tiempo.” Con su buen amigo y partner Jorge Pecho, decide sacar adelante un proyecto con su propia obra, acompañada por otra de Jorge, y con un elenco que incluye además a la actriz Liz Roggero. “Y aquí estamos, a puertas de estrenar, volviéndonos locos con el tiempo, pero también nos ponemos a pensar que es una realidad nueva; los montajes están quedando muy bacanes, y lo digo no porque los hayamos escrito nosotros, además los chicos le están poniendo mucho de lo suyo, para darles el toque perfecto que va a hacer que la gente salga preguntándose cosas, porque esa es la idea principal: que uno se haga preguntas”.

¿Será la cita perfecta?

En La cita perfecta, un hombre y una mujer narrarán sus propias historias, desde sus respectivos puntos de vista, imaginando el día en el que llegue la pareja ideal. “Mi personaje se llama Ella,” cuenta Gessy. “Y representa a muchas mujeres que de alguna forma nos conformamos con las cosas que miramos, con el qué dirán, con lo que la sociedad nos dice sí está bien o mal, o el ¡Apúrate, te estás quedando soltera!” En la pieza se tocarán los típicos temores que aquejan a un gran número de mujeres, como que “se te está pasando el tren” o si solo podrá ser feliz quien sea esposa y tenga hijos. “Ella es una persona insegura, está en dependencia del qué dirán; pero en cuanto a características positivas, pues es una persona muy alegre, le gusta llevar una vida social, es por eso es que va a un bar y ahí es donde suceden algunas cosas, pero que tienen que verlas en la obra, así que no puedo decir más.”

Gerardo, como autor y director, agrega que La cita perfecta trata sobre la necesidad de encontrar a alguien que se identifique con aquellas etiquetas que nos inculcaron desde pequeños. “Cuando eres niño o niña, llega el momento en que te dirán que de grande te casarás y tendrás hijitos, pero ¿por qué tiene que ser eso así?” En esta sociedad, convivimos sin duda con estereotipos ya preestablecidos. “Y aparecen las ideas de lo que debes hacer cuando te encuentras con ese sueño, y ese sueño te dice: Ven, siéntate a mi lado. ¿Qué haces? ¿Hasta dónde estás dispuesto a llegar para que ese sueño no se te vaya? Porque lo has esperado toda tu vida. De eso se trata La cita perfecta.”



Mitos actuales

La mismísima diosa Afrodita y un pintor muy particular son los personajes de El beso de Afrodita, escrita y dirigida por Jorge Pecho. “Para mí, la mitología muy importante,” afirma Jorge, creador también del ciclo de proyectos virtuales Cuentos para apreciar la muerte. “Siento que nos hemos desligado del pasado y creo que es necesario mirar atrás siempre, para analizar lo que no se hizo, lo que se hizo bien, lo que se hizo mal y aprender sobre eso.” Es cierto que antes que existieran las escuelas y colegios, los seres humanos aprendían de las enseñanzas de fábulas y leyendas. “Me gusta mucho la esencia de lo que son los mitos, y transformarlos en algo cotidiano.” En la obra, el pintor deberá tomar una decisión: recibir el beso de amor de Afrodita para volver a nacer en el mundo humano o rechazarlo, eliminado así su existencia.

Para Luis Golding, este personaje del pintor es súper complejo. “Tiene un nivel de carga emocional bastante fuerte, de muchísimo tiempo, de muchísimos años y que justamente son los años que lo han llevado a tener ese concepto que él tiene sobre el amor.” Añade que este personaje es como tantos otros que han sido incomprendidos, que no concuerdan con ese concepto preestablecido del amor ideal. “Lo ha llevado a una apatía y un desánimo increíble y en el proceso, llega a descubrir cosas que lo deja perplejo; así como dice Gerardo, es un proceso de eliminar etiquetas, no solo del amor, sino del papel que la mujer tiene dentro del amor.” Luis comparte el proyecto virtual con Liz Roggero, asegurando que el resultado lucirá súper interesante y se creará magia en la pantalla.

Jorge no cree que todos los personajes que viene creando sean necesariamente complejos. “Pareciera que el conflicto es enorme, porque tenemos a este pintor que va a tener una conversación con la mismísima diosa del amor, Afrodita,” reflexiona. “Pero al final, yo lo veo como una conversación entre una persona que dice que hay que creer en el amor y otra, que no lo cree; el detalle es que este tipo de obras que plantea un conflicto tan simple, que sucede en el día a día entre nosotros, necesitas verlo en una situación épica, para darle el debido peso.” Jorge asegura que escribe para que la gente le vuelva a dar importancia a los sentimientos. “Y es porque en un mundo tan globalizado como este, no te permite tomar un tiempo de reflexión; estamos en una época donde es tan fácil insultar, en el que cuando algo se rompe, lo botas y te compras algo nuevo, y ya no nos tomamos la delicadeza de poder ver el sentimiento; por eso pienso que no escribo personajes complejos, escribo personajes humanos y el humano es complejo.” Al igual que La cita perfecta, El beso de Afrodita aborda directamente los estereotipos a los que ha sido sometida la mujer por décadas. “Esta obra ataca dos puntos fundamentales: uno, realmente qué es el amor; y dos, que los estereotipos solo sirven para envenenarnos,” afirma.

Nuevas tecnologías, nuevos canales

Puestos a prueba todos los artistas escénicos en estos días, no hay tiempo para detenerse y analizar este nuevo formato en línea en donde presentar sus trabajos. “Es un poco complejo denominar si estamos haciendo teatro o no a través de una pantalla,” comenta Jonathan. “Además, tenemos el peor internet de Latinoamérica, pero hay que sobrevivir ante ello; igual para mí sigue siendo una expresión artística, solo que no tenemos el público enfrente, pero nosotros sabemos que detrás de esa pantalla está el público, conectado igual, solamente que no lo podemos percibir.” Jonathan no puede asegurar si es teatro o cine o televisión, pero que sí es efectivamente una expresión diferente y nueva. “Pero lo que sí te puedo decir es que en todas las cosas que hagamos (o que hago yo personalmente) trato de mantener la teatralidad, porque eso hace que mi trabajo como artista, como actor, se mantenga vivo y pueda no ser tan frío el trabajo final.”

Gerardo afirma, por su parte, que se trata de un híbrido que tiene armas de teatro, de televisión y de tecnología. “Pero cada expresión que ha aparecido a largo de la historia nos lleva a preguntarnos que si no te actualizas, te mueres; el mundo sigue avanzando, sigue girando, con pandemia o sin pandemia, no se detiene; si uno quiere ser ortodoxo, entonces corres el riesgo de desaparecer.” La única salida es por supuesto, la constante actualización y modernización de los medios que contamos. “Como ejemplo, esto sería como el matrimonio, porque la religión no permite el matrimonio entre homosexuales, entonces se crea la Unión Civil; eso estamos haciendo ahora: estamos buscando que la gente sea feliz, que esto sea manejable, entonces es mejor hacer la Unión Civil a no hacer nada, estamos haciendo la Unión Civil del Teatro.”

Cuando se vuelvan a abrir los teatros de manera presencial, ¿qué pasará con este nuevo formato virtual para el elenco de Bye Bye, Amor? Gessy menciona que intentaría combinar ambos estilos; mientras que Luis asegura que la adaptación a esta nueva realidad virtual ha sido tan positiva, que sería absurdo dejarla atrás. “El teatro presencial tiene que volver,” sentencia Jorge. “Pero esta plataforma es ideal, porque a veces por falta de dinero, muchos proyectos no pueden llegar al teatro presencial, ya que todos sabemos lo que cuesta sacar una obra presencial y creo que esta es una forma correcta de dar visibilidad a los autores y directores que no tienen posibilidades económicas.” Jorge afirma que de tener una nueva obra, la estrenará primero de modo virtual. “Para que la gente la sienta, porque se ha comprobado que la gente puede llegar a sentir el teatro virtual; siento que ya no hay excusa para no hacer, para dejar textos en el baúl, ahora ya estamos hablamos de una nueva forma de presentación.”

Añade Gerardo que usaría para sus futuros proyectos una mixtura de ambos formatos. “Lo virtual me permite llegar a mucha gente, a muchos lugares que tal vez con el presencial no me permita llegar.” Advierte como un buen negocio el de crear una aplicación que sirva exclusivamente para la transmisión de proyectos escénicos en línea. “Se hace millonario, eso está clarísimo; nosotros estamos usando el Zoom y nos adaptamos a sus limitaciones, pero sí se abre otra aplicación en la que no tuvieras interferencia, el creador se hace millonario, estoy plenamente convencido de eso; este formato ya se sabe que funciona y ha venido para quedarse.” Bye Bye, Amor promete dos espectáculos llenos de amor, ilusión y humor, adaptados a nuestra nueva realidad virtual. “El público siempre se va a llevar algo,” comenta Gessy. “Se va a identificar con algún recuerdo, con alguna escena, porque son historias que a cualquiera le puede suceder.”

Sergio Velarde

16 de noviembre de 2020

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