domingo, 15 de noviembre de 2020

Crítica: PRELUDIO, FICCIONES DEL SILENCIO


Cuando la mudez no es impedimento

Desde la Plataforma TEVI, el público tiene la oportunidad de asistir a presentaciones virtuales sumamente interesantes y poco convencionales, como las que forman parte de la cuarta edición del Festival de Creación Escénica Contemporánea SÓTANO 2, presentada por el Centro Cultural de la Universidad del Pacífico. Actualmente, se encuentra en temporada una magnífica puesta escénica en línea, Preludio, Ficciones del Silencio, en donde diversos lenguajes artísticos se complementan estilizada y articuladamente para ofrecernos la conmovedora historia de una joven que no puede pronunciar palabras, pero que sí es capaz de mostrarnos sus raíces, sus miedos, sus anhelos y su reconciliación con el pasado.

Grabada desde el auditorio de la Universidad del Pacífico, el espectáculo inicia con la llegada  de su creadora, Diana Daf Collazos, quien con cámara en mano desciende las escaleras para ubicarse en el escenario ya acondicionado para su presentación. Es ahí donde empieza el cautivante ritual que orquesta la artista armada de su propia historia, desde contarnos cómo perdió una cuerda vocal al nacer, hasta aquellos recuerdos e informaciones sin confirmar de sus familiares, pero valiéndose hábilmente de recursos audiovisuales, como grabadoras de voz, proyectores multimedia y documentos de texto y fotográficos compartidos en pantalla. La voz interior de Collazos, al inicio registrada como tímidos susurros apenas perceptibles, se sirve de la tecnología para presentarnos un auténtico viaje a su semilla, en el que las imágenes, los videos, la música y su frágil apariencia se funden en una contundente experiencia sensorial.

No es pertinente adivinar qué es real o no de los recuerdos mostrados por Collazos; lo cierto es que la fuerza de la historia mostrada en pantalla adquiere tal sentido de veracidad, que solo queda admirar la valentía de la artista para mostrarnos una historia familiar, que bien podría ser la de cualquiera de nosotros. Es ahí donde radica acaso la mayor fortaleza de esta puesta unipersonal: el sentir empatía por la emotiva búsqueda de respuestas de esta joven, quien además registra su viaje al hermoso Huaraz, con sus paisajes, carreteras y cementerios. El proyecto de Collazos nos regala inolvidables secuencias (algunas con gigantografías de los parientes de la artista, nunca mejor utilizadas) registradas ya sea en el auditorio, como fuera de él. Preludio, Ficciones del Silencio, feliz encuentro virtual de ficción y documental, es un claro ejemplo de cómo la tecnología se encuentra al servicio de un arte comprometido y reflexivo.

“Hola, soy Diana Daf. Hoy perdí la voz, pero no dejaré de hablar.”

Sergio Velarde

15 de noviembre de 2020

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